El efectivo policial señalado como el presunto asesino de Úrsula Bahillo (18), Matías Ezequiel Martínez, se negó a declarar ante el fiscal del caso este viernes y permanecerá detenido en la Unidad Penitenciaria de la ciudad de Junín, Provincia de Buenos Aires (Argentina).
El hombre de 25 años está imputado por "homicidio calificado por violencia de género". El lunes, cuando se produjo el crimen, había sido encontrado en un automóvil cerca del cadáver con heridas en su cuerpo, junto a un cuchillo de carnicero con sangre. Los investigadores del femicidio averiguan si el implicado, quien es el exnovio de la joven, se lastimó con fines suicidas después del ataque o si intentó simular una pelea.
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De forma reciente, la autopsia preliminar indicó que la víctima recibió al menos 15 puñaladas en la espalda, su torso y el cuello. El asesinato se produjo a pocos kilómetros de la ciudad de Rojas, en un lugar descampado. Luego de darse a conocer el caso, trascendió que el policía estaba bajo licencia psiquiátrica hace cinco meses. A su vez, tenía otras denuncias por violencia de género, incluso de parejas anteriores.
"Apatía total"
Después de que Martínez se negara a declarar, el fiscal Sergio Terrón dijo ante la prensa que el policía tenía "una apatía total". En cuanto a la situación procesal del implicado, sostuvo que es muy probable que se dicte la prisión preventiva mientras avanza la causa penal. Asimismo, adelantó que se realizarán peritajes a los teléfonos celulares de los involucrados.
Este femicidio causó conmoción en Argentina cuando se supo que Úrsula ya había denunciado situaciones de violencia y amenazas ante las autoridades locales, pero no actuaron a tiempo. Asimismo, se difundieron mensajes que les enviaba a sus amigas comentando el contexto de violencia en el cual estaba inmersa: "Me cagó a palos mal", se lee en uno de ellos, haciendo alusión a una fuerte golpiza.
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Cuando los vecinos y amigos de la víctima se enteraron del homicidio, se manifestaron frente a la Comisaría de la ciudad de Rojas para exigir justicia, pero la protesta terminó con incidentes, ocho detenciones y una joven herida en un ojo por un perdigón policial.