Varias unidades de la Dirección General de Bomberos se movilizaron del Distrito III de Managua, tres cuadras arriba, una al sur, donde una vivienda estaba siendo reducida a cenizas por un voraz incendio que amenazaba con propagarse a casas vecinas. Al parecer según la dueña del inmueble el siniestro se da por dos pequeños quienes aparentemente jugaban con los fósforos de la cocina.
Un momento de descuido ante las travesuras de dos pequeños, quienes jugando con fuego quemaron tres cuartos de una vivienda, contándoles caro a tres familias, dueños de las habitaciones, que perdieron todo por las incandescentes llamas.
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A pesar de que tres unidades de la Dirección General de Bomberos y más de 20 miembros de la asociación de Bomberos Unificados, entre estos, del Benemérito Cuerpo de Bomberos, se dispusieron ante esta emergencias los cuartos elaborados a base de maderas viejas se perdieron en su totalidad junto a todas las pertenencias en su interior.
Según Olga Arce, unas de la habitantes y afectadas con este suceso, las llamas se extendieron rápidamente y únicamente le dio tiempo de sacar a su madre, quien en el intento resultó con leves quemaduras. La anciana de 90 años de edad, fiel rezadora de los coros a la purísima, al momento del suceso se encontraba escuchando la misa en su radio, y de no haber sido salvada por su hija esta pobre ancianita fuese fallecido calcinada.
Las llamas eran tan altas e incontrolables que las casas vecinas resultaron con daños leves en sus techos. Pero el rápido actuar de estos valientes hombres logró controlar a tiempo, evitando así que otros hogares terminaran también en cenizas.
Por otro lado los traviesos pequeños también salieron corriendo al ver que su travesura inició un incendio y se resguardaron en un lugar seguro, resultando así, ilesos de esta mala experiencia que de seguro sus tíos y padres, quienes se quedaron sin nada, se la recordarán toda una vida.
En este incendio tres familias fueron las afectadas quienes perdieron todas sus pertenencias, a pesar que vecinos intentaron sacar cuantas cosas pudieron, a causa de un descuido.
