En Perth, Australia, una niña de dos años de edad encontró un condón usado en el asiento de un McDonald’s y lo chupó.
La madre explicó a los medios locales que el incidente ocurrió cuando ella se levantó a pedir algo al mostrador y la pequeña se quedó con su esposo. Al voltear, el hombre notó que la niña tenía en la boca un objeto de color oscuro y se horrorizó cuando descubrió que se trataba de un condón que, muy probablemente, la niña encontró en alguno de los asientos del restaurante.
El hombre tomó a su hija y arrojó el preservativo sobre el mostrador para que el personal lo viera. Llevó a la niña al baño, le lavó las manos y la boca y le dieron algo de beber. La madre, que fotografió el condón, explicó que parecía que el objeto estaba usado, por lo que su pequeña deberá ser sometida a pruebas de detección de enfermedades de transmisión sexual.
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“Estoy realmente enojada y enferma … no he dormido. Me he sentido tremendamente culpable por llevarla allí en primer lugar”, dijo al diario 10 Daily. Su médico les comentó que deberían esperar tres meses para realizar las pruebas a la niña y les recomendó regresar al restaurante por el condón para llevarlo al hospital y analizarlo, pero los empleados se negaron a devolverlo.
“¿Qué pasa si hay una ETS allí y mi hija puede tenerla? Tenemos que esperar tres meses para hacerle un análisis de sangre“, subrayó la madre angustiada.
La oficina de McDonald’s en Australia aseguró que el condón fue entregado al hospital para hacerle las pruebas pertinentes, lamentó el incidente y señaló que investiga cómo fue que ocurrió. “La limpieza y la seguridad son nuestras principales prioridades y nos aseguramos de que el gerente en turno conduzca lo que llamamos una ruta de viaje cada 30 minutos”, afirmó.