Para contrarrestar la inflamación y regular la flora intestinal lo mejor es optar por alimentos ecológicos, naturales y nutritivos. Esta puede ser la mejor medicina para mejorar algunos problemas crónicos comunes.
. Prevenir la inflamación
La inflamación es una respuesta natural defensiva del organismo, pero si es excesiva merma la salud. ¿Cómo podemos mantenerla a raya?
Equilibrio entre las grasas. Un consumo equilibrado de ácidos grasos omega-6 y omega-3 es básico para modular la respuesta inflamatoria del organismo.
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. La proporción óptima sería de 2:1 o 1:1. Sin embargo, en la dieta occidental es de 16:1, es decir, se abusa de los omega-6 frente a los omega-3. Las grasas omega-3 se hallan en pescados azules, la linaza, nueces y algas, principalmente.
El aceite de lino de primera presión en frío, las semillas de lino molidas y las algas se pueden añadir a ensaladas, sopas o cremas de verduras a diario en pequeñas cantidades.
Los aceites vegetales como el de girasol, palma, soja o maíz, a menudo ocultos en alimentos industriales, también contienen un ácido graso omega-6 proinflamatorio. Hay que leer la etiqueta para saber qué aceites llevan y dar prioridad al de oliva virgen extra.
Azúcares simples. Los alimentos de alto índice glucémico, como las harinas refinadas, el azúcar blanco, las mermeladas, los dulces o algunas frutas, provocan picos de glucemia que favorecen la inflamación.
Antioxidantes. La dieta debe ser rica en vegetales de diferentes colores cocinados al vapor o crudos para asegurarse el consumo de antioxidantes. Lo ideal es comer 5 raciones de vegetales todos los días.
Dieta ecológica. El exceso de sustancias sintéticas como los aditivos o los tóxicos ambientales favorece la inflamación. Una alimentación ecológica reduce la carga tóxica a la que se somete al organismo.
2. Cinco claves para alcalinizar la alimentación
Una dieta alcalina es básica en la prevención y la mejora de las enfermedades crónicas.
Mucha fruta. La cereza, el higo seco, el albaricoque, el plátano o el limón son algunas de las frutas más alcalinizantes. Es mejor consumirlas de temporada.
Verduras. Para alcalinizar la dieta se debe consumir una gran cantidad de verduras, entre ellas la zanahoria, el apio, el brécol, la cebolla o la espinaca.
Pasta de miso. A base de soja fermentada y muy popular en Japón. Se usa en sopas y como condimento en dosis pequeñas. Conviene elegirlo sin pasteurizar.
Caldo vegetal. Una medida eficaz es tomar una taza diaria de caldo de cebolla, zanahoria, nabo y puerro. Las raíces resultan remineralizantes y depurativas.
Algas. Las verduras del mar son ricas en minerales como calcio y hierro y tienen propiedades depurativas. Son un buen complemento en la dieta alcalina.