Nadie diría que un pez necesitaría un sistema para poder nadar, pues es algo característico de su especie. Pero, como los humanos, hay veces en las que los animales también tienen determinados problemas que pueden mejorar o solucionarse con un elemento externo.
Es el caso de esta pequeña carpa dorada, que fue descubierta por su familia flotando boca abajo en la pecera. Pero no estaba muerto, continuaba vivo y, al llevarlo al veterinario, descubrieron que tenía un problema en su vejiga natatoria, un órgano que tienen algunas especies para poder flotar.
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A causa de este trastorno, el pez no podía mantenerse en la posición correcta, por lo que su familia pidió ayuda al santuario británico The Garden Sanctuary y, rápidamente, Stacey O'Shea, su directora, creó este chaleco para poder ayudar al pez.
"Llevaba un tiempo viviendo en el fondo de su pecera boca abajo y su encantadora familia estaba desesperada por conseguirle ayuda, así que acudió a nosotros", explicó la mujer de 41 años a Caters News.
Con pequeños tubos de plástico unidos como un arnés alrededor del cuerpo del animal, consiguió que el animal flotara boca abajo como el resto. Y añadió poliestireno para darle peso al chaleco, cantidad que habría que cambiar para conseguir que el pez flotara a diferentes alturas.