La ciudad de Rivas se caracteriza por su riqueza histórica, tradicional, cultural y gastronómica, un ejemplo de esto son las reconocidas y bien afamadas rosquillas del barrio Las Piedras, donde se elaboran para agradar el paladar de nacionales y extranjeros que llegan de diferentes partes del mundo a darse el gusto de probar su crujiente y delicioso sabor.
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Una de las fabricas de rosquillas más famosas en la Ciudad de los Mangos, es la de Doña María Cano, ubicada en la segunda entrada de dicho barrio. Ella destaca que hace 15 años emprendió este negocio familiar que conquista el paladar de sus clientes.
“Súper deliciosas, muy buen producto, de hecho, aquí vengo por encargo de mis hijas, yo tengo cuatro hijas que todas son fanáticas de las benditas rosquillas y las famosas chancletas. Además no solo yo vengo, también mis cuñados desde Filadelfia (Estados Unidos), vienen a llevarlas. Mi familia es grande y todo disfrutan de esta delicia de Nicaragua”, afirmó el ciudadano costarricense Jorge Piedra, que viajó desde su país en busca de sus rosquillas.
Empresa exitosa generadora de empleos
El éxito de esta fábrica familiar radica en Dios y la perseverancia. Este negocio donde a diario se elaboran más de 200 bandejas de rosquillas, es el centro de labores de 10 familias que Doña María Cano ha empleado para el apoyo en la elaboración.
En este taller, producto que sale del horno producto que se vende, hay clientes que se atreven a decir que son las mejores rosquillas de Nicaragua, sin embargo su propietaria asegura que eso está en dependencia del paladar de cada persona.
Lo innegable es que esta delicia de rosquillas es el mejor acompañante de una taza de café en estos días de clima fresco en Nicaragua.
