Nicaragua vive este sábado 6 de julio una fecha tanto histórica como épica, una celebración de aquella gesta militar que fue fundamental para el derrocamiento de la cruel y macabra Dictadura Somocista, extendida por más de 40 años.
El año era 1979, momento que Nicaragua estaba sometida a una guerra cruenta patrocinada por los Estados Unidos, el imperio norteamericano que desde entonces ha buscado cómo clavar sus garras en la soberanía de los países latinoamericanos. Con Nicaragua, se toparían con un espíritu revolucionario inquebrantable que acabaría con sus ambiciones.
Repliegue Táctico a Masaya
Tras 17 días de combate contra la guardia genocida del somocismo, el Frente Sandinista de Liberación Nacional se organizó e hizo un repliegue táctico a Masaya, a 27 kilómetros de la capital Managua.
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Los valientes guerrilleros, más de 6 mil, provenientes de los barrios orientales de la capital caminarían a pie durante 12 largas horas hasta Masaya, en una acción formulada con minuciosa estrategia y secretismo, gracias a la voluntad de combatientes populares y población en general que lograron armar esa estrategia con extremo secretismo.
A pesar de tener algunos enfrentamientos en el camino, no se perdieron tantas vidas y las fuerzas opresoras no pudieron mermar a este grupo de almas inspiradas en la libertad de su patria.
"Ofensiva Final"
La madrugada del 29 de junio de 1979 los guerrilleros llegaron a Masaya, donde eran esperados por otros forjadores de soberanía, aguerridos hombres y mujeres que ofrecían sus vidas por Nicaragua.
Posteriormente todas las fracciones sandinistas firman lo conocido como la "Ofensiva Final", convocando a una huelga general que se convertiría en el detonando para el derrocamiento de la Dictadura Somocista.
Legado
A través de esta gesta heroica ahora en Nicaragua se goza de libertad, paz y seguridad; a pesar de intentos golpistas que fraguados desde los Estados Unidos buscaban someter al pueblo, el cual responde con ahínco y esmero, que aquí No Pudieron Ni Podrán.