En el año 2017, una investigación publicada en la revista Contraception revelaba que muchas mujeres estaban dejando de tomar la píldora anticonceptiva por la misma razón: provocaba sobrepeso u obesidad.
Eso las llevó a decantarse por otros medios reversibles de larga duración como el DIU.
Sin embargo, ¿es verdad que la píldora engorda? Decenas de estudios han analizado esta problemática y ninguno de ellos ha sido capaz de encontrar efectos directos que puedan certificar que, sin ningún género de dudas, tomar ese anticonceptivo oral provoca un aumento de peso en las mujeres.
El más extenso de ellos es una revisión sobre 49 estudios anteriores de la píldora que determinó que "no hay un efecto evidente a gran escala". Sin embargo, también explicaba que hacían falta mejores investigaciones para poder confirmarlo. Ahora, una de las autoras de esa revisión, la endocrinóloga de la Universidad de Ohio Maria Gallo, reconoce a la BBC que esa creencia tan extendida se debe a la ‘apofenia’.
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No engorda… pero puede ayudar
Se trata de encontrar patrones a nuestro alrededor, a pesar de que no los haya. Es decir, si nos hemos hecho a la idea de que algo va a suceder (por ejemplo, que vamos a engordar por usar la píldora), nos autoconvencemos de que es así. Gallo explica que todas las personas aumentan su peso de media medio kilo al año desde que comienza su vida adulta. Y esa época suele coincidir con el momento en el que muchas mujeres comienzan a usar la píldora.
Esto significa que la píldora no tiene por qué engordar… pero sí puede ayudar a cambiar el cuerpo de la mujer. En un estudio del año 2009, el fisiólogo de la Universidad de Texas Steven Riechman descubrió por casualidad que las mujeres que tomaban una tipo específico de píldora que incluía progesterona desarrollaban menos musculatura que el resto de mujeres y hombres ya que anulaba un esteroide llamada DHEA presente en las conocidas como ‘hormonas anabólicas’.
Pero no es la única relación que se conoce. Otro estudio reveló que el estrógeno y la progesterona que componen la píldora ayudan a modelar el cuerpo de la mujer, ya que la grasa se localiza en un lugar u otro de su cuerpo. Así, se descubrió que mujeres que tomaban la píldora y tenían niveles altos de estrógeno eran susceptibles de que su cuerpo tuviera forma de pera, además de más grasa subcutánea, aunque no tuviera más grasa en general, indicó El Confidencial.
La retención de líquidos, la hinchazón o el aumento de la grasa subcutánea son efectos secundarios de la píldora
Pero el efecto más temido es el de la hinchazón: los estrógenos influyen en la producción de ciertas proteínas en los riñones, afectando a la forma en que el cuerpo metaboliza el agua. Eso hace que el cuerpo retenga más líquido de lo normal, que las células de grasa se inflamen y que el resultado sea que las mujeres almacenen más grasa en senos, caderas y muslos. ¿La píldora engorda? Científicamente no, al menos directamente, pero puede ayudar (y mucho).