Durante los meses de embarazo, nuestro cuerpo experimenta numerosos cambios físicos y es preciso cambiar los rituales de belleza. Es preciso que tus tratamientos, e incluso algunos productos, se modifiquen para adaptarse a tu nuevo estado, porque todo lo que te apliques y consumas puede afectar al bienestar del bebé.
Además, queremos que nuestro cuerpo se resienta lo menos posible tras la llegada del bebé, y para conseguirlo es preciso introducir nuevas rutinas desde el primer mes de embarazo. Y como cuidarse es un placer, no hay mejor momento para prestarnos toda la atención del mundo que durante los meses de embarazo.
Cómo cuidar de tu cuerpo
Una de las principales preocupaciones de las embarazadas es reducir al máximo la posibilidad de tener estrías tras los meses de gestación. Para lograrlo es preciso que prestes mucha atención a la hidratación de la piel desde el comienzo del embarazo. Aplícate crema o aceite hidratante por la mañana y por la noche y, a medida que avance el embarazo, la piel de tu barriguita agradecerá alguna que otra pasada de crema a mitad del día.
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Durante el embarazo es muy habitual que aparezcan cloasmas en la piel, que son manchas en la cara y en el cuerpo a causa del sol, ya que el aumento del nivel de hormonas estimula la producción de melanina. Por eso, sea verano o invierno, elige una protección solar alta para proteger tu piel, renueva la aplicación cada dos horas y evita las largas exposiciones al sol.
Tu pelo será uno de los grandes beneficiados durante el embarazo, ya que no se caerá y lucirá fuerte y brillante como nunca. Pero como todo lo bueno acaba, tras el parto es posible que empiece a caerse (ya que antes no lo hizo) y pierda parte de su buen aspecto. Así que, aunque parezca no necesitar cuidados extras durante el embarazo, mima tu cabello con mascarillas naturales e hidratantes. Te ayudarán a que luego no sientas apenas la diferencia.
Cómo cuidar de tu bebé
Al igual que ocurre con nuestra alimentación, la cosmética que aplicamos en nuestro cuerpo repercute en la salud de nuestro bebé, por eso es necesario que le prestemos la debida atención a los productos que utilizamos y que consultemos con nuestro médico o farmacéutico cualquier duda que nos surja. Por ejemplo, es el momento de dejar a una lado los anticelulíticos y cualquier crema que incluya cafeína.
Si no quieres dejar de cuidar tu celulitis, consulta con un especialista qué productos son compatibles con el embarazo. Serán igual de efectivos, pero inocuos para la salud del bebé.
Los tintes para el cabello o las lacas suelen contener también químicos agresivos, como el amoníaco, de los que es preciso prescindir durante el embarazo. Tu piel absorberá todo lo que apliques sobre ella, así que asegúrate de que los que utilizas son adecuados para esta etapa. Aprovecha estos meses para conocer nuevas firmas cosméticas, cuyos productos son de origen orgánico, tanto para la piel del rostro y cuerpo, como para el cabello.
Es posible que te gusten tanto que no quieras prescindir de ellos tras el embarazo. Fuera de esta recomendación quedan los aceites esenciales que, aunque sean orgánicos, siguen siendo demasiado fuertes y pueden llegar al bebé a través del torrente sanguíneo.
Si te realizas algún tratamiento con aparatología, como la presoterapia o máquinas con infrarrojos, es mejor evitarlo y optar por tratamientos manuales, que seguramente te resulten más beneficiosos. Aprovecha estos meses para darte masajes enfocados en aquellas zonas que necesitan un alivio, como tus piernas o lumbares, Soy Carmin.