El 5 de agosto de 1962 el mundo lloraba la muerte de Marilyn Monroe sin saber que con el paso del tiempo se convertiría en uno de los mitos del siglo XX.
Si ya en aquellos primeros años 60 la fama de la actriz era mayúscula, la trágica y misteriosa muerte acontecida aquella noche de verano multiplicó exponencialmente su leyenda. Pero, ¿qué ocurrió aquella fatídica noche en la que falleció la actriz y nació el mito?
Crónica de un misterio sin resolver
“Happy birthday, Mr President”. Marilyn Monroe había estado ensayando durante dos días para ese instante. Todo para una intervención de menos de un minuto para cantar un legendario cumpleaños feliz apresurado a John Fitzgerald Kennedy en un momento para la historia.
Sería la última vez que ambos se verían tras un amago de romance sobre el que hay muchas especulaciones y pocas pruebas. Quizá se redujo a una sola noche de pasión.
El 17 de mayo de 1962, dos días antes de ese evento ante 15.000 personas en el Madison Square Garden de Nueva York y ante 40 millones de estadounidenses al otro lado de sus televisores, la protagonista de 'Con faldas y a lo loco' había dejado el set de 'Something's Got to Give', la que sería su última película y que quedó inacabada.
Monroe regresó después al rodaje para ser despedida justo después de su 36º cumpleaños por sus repetidas ausencias. Fox intentó volver a contratarla después de que su compañero de rodaje Dean Martin amenazara con renunciar, pero la grabación nunca se reanudó.
El 5 de agosto de ese mismo año sería encontrada muerta en su casa de Brentwood con una sobredosis de barbitúricos por su psiquiatra, el doctor Ralph Greenson. El forense del condado dictaminó un “probable suicidio”.
¿Pero qué incógnitas rodean a esa fatídica noche? Las teorías de la conspiración no han cesado en las décadas que siguieron a la muerte de la actriz. Si fue asesinada, ¿por quién? ¿Los Kennedy, la mafia, el FBI? ¿Quién ganaba más con su desaparición?
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Cuando la policía llegó de madrugada a casa de la intérprete, los testimonios de los testigos los médicos y el ama de llaves no cuadraban, la escena de la muerte parecía alterada, las sábanas estaban cambiadas y limpias y el cuerpo había sido movido. Además, no había ningún vaso ni agua para tragar las pastillas. Las discrepancias a la hora de señalar la hora exacta de la muerte también fueron notables.
¿Fue un accidente? La actriz era mucho más lista de lo que la gente solía pensar en su biblioteca personal solía leer a Lorca y Alberti, por ejemplo, así que parece dudoso que no supiera cuántas pastillas eran demasiadas pastillas.
¿Un suicidio? Cuando salieron a la luz las entrevistas grabadas con su psiquiatra poco antes de su muerte, se la veía optimista y con ganas de volver pronto a hacer películas. Esas cintas, por desgracia, desaparecieron misteriosamente.
Tras la tesis del posible asesinato estarían las supuestas visitas que habría recibido la actriz esa última noche. ¿La visitó Robert Kennedy? Su ama de llaves aseguraba que sí. ¿Un jefe mafioso? ¿El Rat Pack de Frank Sinatra? Hay suposiciones para todos los gustos, pero difícilmente demostrables a estas alturas.
Otra teoría apunta a que Marilyn falleció bastantes horas antes de que se diera aviso a las autoridades y que su habitación había sido manipulada y organizada convenientemente antes de la llamada telefónica para evitar responsabilidades penales a sus médicos, que podrían haberle recetado un enema anestésico que habría resultado fatal.
Más allá de la especulación, lo que sí sabemos que tres días después de su enigmático fallecimiento Joe DiMaggio, su segundo esposo y legendario jugador de béisbol, celebró el funeral en privado. Sus restos reposan en el cementerio Westwood Village Memorial Park de Los Ángeles.