Rafael Devers no estaba tratando de hacer historia, pero la hizo.
El antesalista de Boston se convirtió en el primer jugador de Grandes Ligas en batear seis hits y cuatro dobletes en un mismo partido, cuando los Medias Rojas vencieron a los Indios de Cleveland 7-6 en 10 innings el martes por la noche.
Devers se fue de 6-6 y empujó tres carreras para los Medias Rojas, que ganaron tras haber dejado escapar una ventaja de 6-1.
El dominicano de 22 años bateó dobles en el primer, sexto y 10mo episodios y conectó sencillos en el tercero y el octavo.
“Cada batazo fue como un misil”, dijo su compañero Jackie Bradley Jr., que jonroneó en el 10mo para ayudar a Boston a ganar apenas por cuarta vez en 16 juegos. “Le dio duro a la pelota cada vez”.
Devers cometió además un costoso error que les permitió a los Indios acercarse 6-5 en el séptimo.
“Simplemente traté de tener un buen turno al bate en cada oportunidad”, dijo Devers. “Siempre me siento confiado, cada día, cada turno. A veces pasa que no tengo un buen partido cuando me siento así”.
Chris Sale, el abridor de los Medias Rojas que hizo su propia historia al convertirse en el pitcher que más rápido llega a los 2.000 ponches, se mostró impresionado con el logro de Devers.
“Increíble”, dijo. “Eso (sus estadísticas) es todo lo que hay que decir. Él es uno de los mejores jugadores en la liga y tiene la oportunidad de ser el Jugador Más Valioso. Eso es muy especial”.
Devers no estaba molesto por el error, que ocurrió cuando no pudo lidiar con un rodado de rutina.
“Sucedió”, dijo. “Es un error que en cuanto sucedió, traté de dejarlo atrás. Es una jugada que debí haber hecho. No hay excusas, pero dio un rebote raro”.