Los servicios de emergencia hallaron este martes el cadáver de un holandés de 66 años desaparecido el domingo durante las inundaciones en el sureste de España que, con este fallecimiento, ya causaron siete víctimas mortales, informaron las autoridades locales.
"Se ha encontrado el cadáver del ciudadano holandés que estaba desaparecido", señaló a la AFP un portavoz de la Subdelegación del gobierno español en Alicante, la provincia más afectada por estas inundaciones.
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"A falta de las pruebas forenses, la descripción dada por la familia coincide con el cuerpo encontrado", añadió.
Según había explicado la Guardia Civil, el hombre fue tragado y arrastrado rápidamente por el agua en una acequia en el municipio de Dolores el domingo por la tarde.
El cadáver se halló en el pueblo de San Fulgencio, "a 6 kilómetros de donde desapareció", indicó el portavoz de la subdelegación.
Con ésta, aumentan a siete las víctimas mortales causadas por las fuertes lluvias e inundaciones que asolaron el sureste de España entre el miércoles y el domingo.
Miles de personas fueron desalojadas de sus casas, pueblos enteros quedaron anegados e incomunicados en algunos casos, y numerosas carreteras y vías ferroviarias quedaron cortadas.
Las regiones más afectadas han sido Valencia, en concreto la provincia de Alicante, y Murcia (sureste), aunque las lluvias también causaron estragos en Andalucía (sur), Castilla-La Mancha y Madrid (centro).
Daños en cultivos
La imagen del torrente de agua turbia que ruge y ahoga campos no deja dormir a los agricultores del Levante español que llevan días viendo, con total impotencia, cómo la Gota Fría que castiga a las provincias españolas del Mediterráneo devora, inclemente, sus cosechas provocando pérdidas en cultivos que, según la Asociación Valenciana de Agricultores, superan los 100 millones de euros en esa comunidad.
Y aunque la DANA -Depresión Aislada en Niveles Altos-, el fenómeno climático que provoca lluvias torrenciales e inundaciones desmedidas, está moderando su ferocidad y se retira lentamente, los agricultores de Alicante, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Murcia y las provincias andaluzas de Almería, Málaga y Granada, aseguran que 300.000 hectáreas de cultivos han sido arrasadas por el temporal.
