Una estadounidense vivió un insólito momento cuando se vio obligada a morder los testículos de un camello, luego de que el animal se le sentara encima cuando intentaba rescatar a su perro dentro del corral del dromedario.
La protagonista del peculiar acontecimiento —de quien no se dio a conocer nombre— paseaba con su novio y su mascota por los alrededores de una parada de camiones en la localidad de Grosse Tetem, en el estado de Luisiana (EE.UU.).
Una mujer tuvo que morder los testículos de un camello para salvar su vida. VIDEO https://t.co/cu2P2uDQ3W pic.twitter.com/det9K8T726
— Al Rojo Vivo (@AlRojoVivo) September 24, 2019
En el sitio, según informan medios locales, funciona un pequeño parque temático que, a modo de atracción para los visitantes, exhibe en encierro algunos animales exóticos.
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Todo marchaba bien para la pareja hasta que su mascota se metió sin más en el corral de un camello macho llamado 'Caspar'. Negado el perro a obedecer los llamados de sus dueños, y a fin de evitar que el dromedario lo lastimara, ambos decidieron entrar allí para buscarlo, arrastrándose por debajo del cercado.
¡Todo por culpa de su perrito sordo! La reacción del camello cuando sintió el mordiscón de la mujer https://t.co/N3aW7y8jwO
— Diario UNO Mendoza (@diariouno) September 25, 2019
Fue en ese momento que el camello, en represalia o quizá asustado, se echó sobre sus patas encima de la joven y la aprisionó contra el suelo. Ante la desesperante situación, la mujer reaccionó mordiendo los testículos del animal, que se levantó despavorido.
Tras el hecho, la joven debió ser hospitalizada, aunque no se reportaron lesiones de gravedad. Los administradores del sitio, por su parte, no encontraron razones suficientes para responsabilizar por lo ocurrido al dromedario, y más bien certificaron que este se encontraba "bajo encierro" y que había letreros de advertencia para los visitantes, en los que se dejaba en claro que había que permanecer a cuando menos "tres metros de distancia".
Finamente, se resolvió citar ante la justicia a la pareja, por violación de la ley de propiedad privada. Y a esto se podría sumar algo más: las leyes locales prohíben a las personas dejar que sus perros correteen libremente en predios de esas características.