El Ejército de Nicaragua logró la detención de un caraceño y rivense que a bordo de un camión blanco, trasladaban una gran cantidad de droga.
Los estupefacientes venían de forma caleteada en el pesado vehículo marca HINO placas M314974.
De tu interés: Hondureño acaba con la vida de su pareja en Chinandega
Se estima que en total son entre 200 a 240 tacos de cocaína los que eran trasladados desde las costas marítimas en dirección hacia Tola.
La institución castrense ya tenía conocimiento sobre esta operación y desplegó un fuerte dispositivo por toda la carretera de Tola a Playa Gigante.
Exitoso operativo
El operativo se realizó a las 4:50 minutos de la mañana de este miércoles, en un retén militar ubicado en la entrada a Britton, comunidad El Coyol, municipio de Tola, cuando los dos ciudadanos a bordo del vehículo después de haber cargado la droga la trasladaban en dirección hacia Rivas.
El operativo estuvo a cargo del cuarto comando regional militar, quienes luego hicieron entrega de la mercancía y los detenidos a la Policía Nacional para que éstos realicen las investigaciones pertinentes en este caso.
Se presume que estas personas son los que abastecen los expendios existentes en el departamento de Rivas.
El Coronel José Antonio Solórzano se refirió al tema y adujo que el Ejército de Nicaragua siempre va a trabajar por el pueblo nicaragüense, en este caso ya se tenía activada a la Fuerza Naval y calificó de excelente la labor realizada por los elementos que participaron en este quiebre.
Las personas detenidas se identifican con los nombres: Diógenes Armando Arriola Vilchez, originario de Potosí; y Argel Santiago Ruíz Guido, de Santa Teresa, Carazo.
Este tipo de trabajos se hacen con el objetivo de fortalecer el trabajo de lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, en el marco de la estrategia del muro de contención, lo cual es uno de los pilares que tiene Nicaragua y por la cual es la nación más segura de toda Centroamérica.
El poder hacer estos quiebres significa menos drogas que son traficadas de un lugar a otro, con lo cual se disminuye el riesgo que adolescentes y jóvenes se metan al peligroso mundo de los estupefacientes.
