Cuando creía que pasaba por su más terrible pesadilla en su intento de alcanzar el ansiado sueño americano, una madre regresó a Honduras tras enterarse que su hijo llevaba 18 días desaparecido de su casa en la colonia Nueva Suyapa en Tegucigalpa, y luego lo encontró muerto en los congeladores de la morgue.
La progenitora Patricia Servellón, de unos 50 años, es la protagonista de ese triste drama que vive con su su hijo Emerson Ricardo López Servellón (18), ultimado a balazos el pasado 15 de septiembre en un paraje de La Montañita, utilizado como botadero de cadáveres.
Según amigos y vecinos de la familia, el joven no se metía a problemas con ninguna persona, todo lo contrario, era ejemplo de superación al trabajar de día en un car wash de la colonia San Miguel y dedicado a sus estudios en el Centro de Educación Básica (CEB), siempre en la Nueva Suyapa. Entre sus pasatiempos preferidos estaban jugar al fútbol. Sobre su muerte violenta, autoridades policiales no emitieron mucha información.
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Patricia Servellón había emprendido la ruta migratoria hace un mes, precisamente en busca de mejores oportunidades para darle un mejor futuro a López Servellón, pero su dura travesía se interrumpió luego que un pariente la contactó para informarle que su vástago no aparecía desde hace varios días.
Los emigrantes ven cada día más lejano el sueño americano. ACNUR, ha lamentado que la Corte Suprema de Estados Unidos haya amparado la normativa que restringe las solicitudes de asilo de los que huyen de la guerra y la persecución.
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— 24h (@24h_tve) September 13, 2019
“Volví porque me avisaron, yo por mi hijo daba la vida”, dijo entre lágrimas Servellón cuando iniciaba los trámites para que le entregaran el cadáver.
“Anduve buscando trabajo en Honduras y no encontraba, quizás porque ya me miran vieja, por eso yo le dije a Emerson que me iba a ir y si lograba pasar íbamos a tener nuestra propia casa y un negocio debido a que hemos alquilado toda la vida”, relató la mujer bañada en llanto.
De regreso en Tegucigalpa, esta madre de familia recorrió estaciones policiales preguntando por su querido Emerson, pero los policías le informaban que no habían detenido a ningún jóven con esas características. Luego se trasladó a hospitales donde tampoco encontró rastros del muchacho.
Finalmente, se trasladó a la morgue capitalina donde los planes y metas que tenía para su “retoño” se derrumbaron. Inmediatamente identificó los restos de su adorado Emerson Ricardo López Servellón.
Gastos fúnebres
Patricia Servellón solicitó ayuda para retirar el cuerpo y darle cristiana sepultura ya que no tenía recursos económicos, afortunadamente vecinos, familiares y personas de buen corazón apoyaron con los gastos fúnebres y la sepultura programada para este jueves en un cementerio de la capital hondureña, informó La Tribuna.
