La Asamblea Nacional inicia discusión para la aprobación del artículo quinto de la reforma parcial a la Constitución Política de Nicaragua, que integra los derechos individuales, políticos, derechos sociales, derechos de la familia, derechos laborales y de los pueblos de la Costa Caribe.
Estableciendo, por tanto, que:
- En Nicaragua no hay pena de muerte.
- Todo nicaragüense tiene derecho a la paz.
- Respeto a su integridad física, psíquica y moral.
- Igualdad absoluta entre hombres y mujeres en deberes y derechos.
- Los nicaragüenses en el extranjero gozan del amparo del Estado.
- Libertad de expresión en público y privado, siempre y cuando no transgredan los principios de paz y seguridad del país ni de personas ajenas.
- Nadie puede ser sometido a detención arbitraria; toda persona tiene derecho al debido proceso y tutela judicial efectiva.
- Nadie será detenido por deuda.
- En Nicaragua se garantiza el derecho de refugio y asilo.
- Se reconoce el derecho de expresión y movilización pública.
- Los nicaragüenses tienen derecho al trabajo en condiciones dignas.
«Tenemos que recordar que la Constitución Política fue creada y es hija de la Revolución Sandinista. Además, la Constitución incorporó e institucionalizó las grandes conquistas del pueblo en todos los campos: económico, político y social»; afirmó Carlos Emilio López, diputado miembro de la Comisión de Justicia y Asuntos Jurídicos.
Asimismo, se constitucionalizan los avances y logros de la Revolución en su segunda etapa, restituyendo y fortaleciendo los derechos de las comunidades y la familia; derechos al amor, justicia social, economía social, paz y soberanía indiscutible del pueblo.
Pueblo Presidente, Nicaragua hacia el desarrollo
«Todo lo que estamos aprobando es lo que se ha venido haciendo desde enero de 2007 hasta enero de 2025, 18 años revolucionarios en todos los aspectos. Esto no es un discurso político frío, sino las rutas y el desarrollo que el gobierno ha practicado desde el pueblo presidente»; agregó López.
El listado de derechos ha sido ampliado desde la Constitución original. No se han eliminado ni derogado derechos; por el contrario, se robustece el catálogo existente. Esta reforma tiene como parte medular y centro a la familia, la comunidad, los pueblos originarios y afrodescendientes.
Se fortalecen derechos civiles, económicos, sociales, culturales, así como los de la niñez, adolescencia, mujeres, ciudadanos con discapacidad, trabajadores, campesinos y trabajadores por cuenta propia.
Asimismo, en Nicaragua se garantiza el derecho a la propiedad en sus distintas modalidades: privada, asociativa, cooperativa, comunitaria, comunal, familiar y mixta.
«Los traidores se enjuagan la boca diciendo: ‘Usted que está fuera del país, le van a quitar sus bienes’. ¡Aquí no hay confiscación! A nadie se le confisca un bien porque está establecido en nuestra Constitución»; expresó Filiberto Rodríguez durante su intervención.
