Con gran dolor y conmoción, familiares, amigos y compañeros de trabajo despidieron este martes 14 de enero de 2025 a María Aydalina Rocha Zeledón; de 46 años, quien falleció trágicamente en un accidente de tránsito ocurrido la tarde del lunes 13 de enero en Juigalpa, Chontales. El féretro fue acompañado hasta su última morada, en el cementerio municipal; tras un emotivo culto evangélico donde sus seres queridos recordaron su bondad, alegría y la vida que fue truncada de manera inesperada.
María Aydalina se encontró a tan solo días de celebrar su boda con José Adán Hernández, su pareja de más de 25 años; cuando un fatal accidente cambió su destino. La tarde del lunes, viajaba como pasajera en una motocicleta que fue impactada por una rastra que distribuía bebidas gaseosas; en un hecho ocurrido cerca del semáforo del cementerio de Juigalpa. El impacto fue tan fuerte que María Aydalina perdió la vida de manera instantánea. José Adán, profundamente afectado, recordó con tristeza los planos que tenían para su futuro: “Ya teníamos todo listo para casarnos, pero un atraso con las partidas de nacimiento nos retrasó. Si no, ya hubiéramos estado casados, ya hubiéramos tenido tres días de casados; cumpliríamos 25 años juntos”, comentó entre lágrimas.
- Te puede interesar: Motociclista y peatón chocan en carretera hacia Diriomo: La imprudencia cobra factura
El dolor por su también partida fue compartido por sus compañeros de trabajo, quienes destacaron la bondad y el carisma de María Aydalina. Nohemí Reyes, quien trabajó con ella durante 22 años en la Miscelánea San Antonio; expresó con profunda tristeza: “Hoy despedimos a una compañera de trabajo que era como parte de nuestra familia. 22 años compartimos con ella, y siempre vivirá en nuestros corazones”; dijo Reyes, visiblemente conmovida por la pérdida de una mujer que dejó una huella indeleble en todos quienes la conocieron.
Una boda truncada por la tragedia en Juigalpa
María Aydalina es muy querida no solo por su familia, sino también por sus amigos y compañeros de trabajo. Su amabilidad y su dedicación en cada tarea eran características que la definían. Según cuentan sus allegados; ella siempre estaba dispuesta a ayudar ya hacer sentir bien a las personas que la rodeaban. Aquellos que la conocieron no solo la recuerdan por su generosidad, sino también por su alegría y su constante disposición a compartir momentos de felicidad con quienes la rodeaban.
El accidente ocurrió cuando la motocicleta en la que viajaba María Aydalina, junto con el conductor Guillermo Álvarez y un niño de seis años; intentó cruzar la carretera de Este a Sur y fue impactada por la rastra que transitaba de Sur a Norte. A pesar de los esfuerzos de los testigos por brindar ayuda inmediata, la mujer quedó atrapada debajo de las llantas del vehículo pesado, lo que le provocó la muerte instantánea. El conductor de la moto y el niño obtuvieron rápidamente auxiliados y trasladados al Hospital Comandante Camilo Ortega Saavedra por socorristas de Cruz Blanca; donde recibieron atención médica por las lesiones sufridas.
Cruce imprudente deja una vida truncada en Juigalpa
Por su parte, las autoridades locales han iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias del accidente. Se presume que el conductor de la rastra no logró percatarse del paso de la motocicleta en el momento del impacto. Aunque se están evaluando diversas hipótesis; las autoridades continúan recopilando información para determinar las causas exactas del siniestro y las responsabilidades de cada parte involucrada. El conductor de la rastra quedo detenido por la Policía Nacional mientras se resuelve el caso.
En medio de la tristeza y la consternación, la comunidad de Juigalpa ha rendido homenaje a una mujer que dejó una marca indeleble en quienes la conocieron. María Aydalina era mucho más que una amiga, compañera y madre; era una persona generosa y llena de vida, cuya ausencia deja un vacío profundo en todos los que compartieron su camino. Hoy, su familia y amigos le dan el último adiós; con la esperanza de que su legado de amor y bondad perdure en los corazones de quienes la amaron.