Compañera Rosario Murillo: «Cristo Jesús, el Redentor, Reina en Nuestros Corazones esta Navidad»

Foto: Compañera Rosario Murillo, vicepresidenta

En un destacado comunicado, la vicepresidenta de Nicaragua se dirigió al pueblo nicaragüense en esta época navideña; resaltando la importancia de vivir en paz y seguridad durante estas celebraciones.

Está Navidad es un momentos propicios para fortalecer la convivencia , llevando las verdades, verdaderas y esperanza al pueblo nicaragüense. Además, destacó la relevancia de celebrar el nacimiento de Cristo Jesús como un llamado a la unión; el amor y la reconciliación.

«Aquí estamos, celebrando y agradecidos al Padre Celestial, al Hijo Nuestro Jesucristo, Príncipe de la armonía, de la concordia, al Espíritu Santo, a nuestra Madre María, porque vivimos tranquilos y seguros; porque ha prevalecido el amor, porque el amor es más fuerte que el odio y porque, queriéndonos, respetándonos, entendiéndonos, podemos sumar voces, fuerzas, corazones para seguir creando la patria que soñamos, la patria que merecemos; la patria que todos somos, los seres humanos de buena voluntad». destaco la vicepresidenta

«Que el amor de Cristo Jesús sea ya más sagrado en nuestras familias, en nuestros hogares, en nuestras comunidades, en nuestra patria; en nuestro cielo y en cada uno de nosotros, para que sigamos juntos caminando, resguardando nuestros tesoros patrimoniales, nuestra cultura, nuestra naturaleza, nuestros trabajos y modos de vida, nuestra sacrosanta armonía»; añadió.

Nicaragua Celebra la Paz y la Armonía en Esta Nochebuena

Asimismo agrego la alegría y el vigor de sentirse orgullosamente nicaragüense por gracias de Dios; resaltando que Dios está aquí y brilla hermosa la paz.

La compañera Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, declaró: «Aquí estamos todos juntos vibrando, vibrando en ese corazón que es luz; que es vida, que es verdad verdadera, ese corazón que es Nicaragua, nuestra Nicaragua bendita, nuestra Nicaragua prodigiosa, milagrosa, nuestra Nicaragua portentosa, nuestra Nicaragua bendecida».

En alegría infinita, abrazo grande de Daniel, el mío, de todos los muchachos, las muchachas, los niños, las niñas, todos los que somos esta familia que se une a todas las familias nicaragüenses. Y la certeza, las esperanzas, las certezas, reitero, es que vamos adelante y que es nuestro el porvenir.

«Amor, mucho amor. Paz, mucha paz. Alegría, mucha alegría. Disfrutando en familia y comunidad. ¡Abrazos grandes, compañeros, compañeras!». Finalizo.