Una infante de un año de edad no es ningún enemigo ni ser mal visto dentro del entorno familiar. Sin embargo, en la zona de la mina artesanal Managüita, en la reserva Indio Maíz, para un desalmado padrastro; su entenada era su peor enemigo por el simple hecho de no ser su hija biológica.
Ariel López Pérez es la identidad del sujeto que, sin remordimientos, se asfixió a su entenada el pasado cinco de diciembre por no tolerar que ella fuera hija de la relación anterior de su actual pareja.
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Pero este sujeto no solo cometió el delito de parricidio, también amenazó de muerte a la mamá de la niña; con matarla a ella también si llegaba a contar algo a alguien.
La madre de la niña, de manera desconsolada, desde ese día, el cinco de diciembre; se internaba en la selva a llorar amargamente por la pérdida de su hija. Fue hasta estos días que decidió contar todo a varias amistades que laboran con ella en la mina artesanal en Indio Maíz.
Horror en la reserva Indio Maíz: Padrastro confiesa el asesinato de su hijastra
El enojo, o prácticamente la ira, entre la población no se hizo esperar. Organizados, lograron la captura del asesino de la infante, quien fue amarrado y confesó su delito: «Me caía mal, no era mi hija; por eso la mate».
El llamado a las autoridades policiales no se hizo esperar. Una patrulla de la Policía Nacional del municipio de San Carlos, departamento de Río San Juan, conformó un equipo de trabajo junto a miembros del Ejército de Nicaragua; quienes llegaron a la zona para recibir al parricida.
El cuerpo de la infante de un año había sido abandonado en un pozo artesanal en Indio Maíz, lugar donde Ariel López Pérez; la tiró con la clara intención de que no fuera encontrada.
Aunque las investigaciones aún continúan por parte de las autoridades policiales, prácticamente el crimen se encuentra esclarecido. Sin embargo, se esperan mayores datos; mismos que podrían ser brindados en conferencia de prensa.
Varios comunitarios en Indio Maíz, expresan que ser padrastro es tomar la responsabilidad de un padre, de cuidar, amar y proteger a ese niño o niña. Sin embargo; este desalmado mostró todo lo contrario.