Una tradición que llena de fe a las familias nicaragüenses es la celebración de La Gritería en honor a la Inmaculada Concepción de María. Esta es una herencia familiar que continúa celebrando la señora Fidelia Sánchez Rivera, del municipio de Somoto, en Madriz, quien se ha preparado previamente a la novena elaborando el altar a la Virgen María para participar en el concurso de Altares Marianos organizado por las autoridades municipales.
«Más allá de participar en este concurso, nos motiva una gran devoción porque la Virgen María es la Madre de Dios y nos ha traído muchas bendiciones, entre ellas la paz, especialmente en Nicaragua. Somos un país mariano donde esta tradición es familiar, porque nos unimos todos para celebrar a nuestra Madre Santísima»; agregó Sánchez en Somoto.
Asimismo, doña Justina Gutiérrez Muñoz lleva muchos años, desde que era pequeña, celebrando esta tradición a la Virgen María, una devoción que heredó de sus abuelos. Doña Justina, además de elaborar el altar a la Virgen María, también prepara dulces tradicionales para celebrar esta tradición nicaragüense.
La devoción por María une a las familias en Somoto
«Esta tradición es una herencia de mis abuelos y mis padres. Ahora la continuamos con mis hijos y mis nietos. Nos hemos preparado desde días anteriores con la novena a la Virgen María, pero también elaboramos los tradicionales dulces para celebrar con mucha alegría y devoción a nuestra Madre»; expresó Gutiérrez en Somoto.
Por su parte, José Cañada Herrera, un joven que desde pequeño fue inculcado por su abuela en esta devoción de cantarle y celebrar La Purísima, también participa con un altar dedicado a la imagen de la Virgen María, utilizando elementos naturales.
«Estamos listos para cantarle y gritarle a María. Desde pequeño mi abuela me llevaba a las purísimas a rezar y cantar a la Virgen. Es una devoción muy grande que me motivó a participar en este concurso»; indicó Herrera en Somoto.
