El estar privado de libertad no significa que no puedan salir adelante y poder emprender para poder optar a un oficio para cuando estén en libertad, así lo dejaron demostrado varios privados de libertad del Sistema Penitenciario de Bluefields.
El alcaide García, director del Centro Penitenciario dijo: "son 130 privados de libertad que se encuentran en distintas actividades formativas como la elaboración de piñatas, bisutería, cuadros de pinturas, la confección de uniformes para los mismos privados, mascarillas de tela, la elaboración de barcos en miniatura de madera, la elaboración de bocadillos como Paty, fritos, queque, entre otras delicias para el paladar más exigente".
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Pero estos privados de libertad como nicaragüenses puros también elaboran pinol, pinolillo, pozole y tortillas, pero esto no es todo
Dentro del penal hay una panadería donde los privados de libertad desde la una de la madrugada empiezan sus labores con la preparación de la masa para hornear más de 1,000 piezas de pan para el consumo de los mismos privados de libertad y del personal del Sistema Penitenciario para el desayuno, a esto se suman las más de 700 tortillas de maíz palmeada por las mismas manos de los privados.
"El estar privado de libertad no significa que estos hombres y mujeres han perdido el resto de sus derechos constitucionales, como la educación y la oportunidad a aprender a emprender para que, al cumplir sus condenas, puedan tener un oficio propio con el cual puedan sacar adelante a sus familias y por el buen camino", mencionó el Director del Centro Penitenciario.
Todo esto que se elabora dentro del penal es comprado y consumido por los mismos privados de libertad o por los funcionarios públicos del Centro Penitenciario; y en muchas ocasiones lo elaborado sale a ofertarse a las ferias que se realizan en el municipio de Bluefields, dinero que les sirve a los privados para sus gastos personales cuando algunos son olvidados por sus propias familias.
Hoy en la actualidad los privados de libertad tienen la oportunidad de poder pasar el tiempo que permanecen detenidos invirtiendo en algo positivo para su presente y futuro.
Muchos de estos trabajos son aprendidos gracias a los cursos que se brindan a los privados de libertad a través del Centro Tecnológico de Bluefields en conjunto con otras instituciones de Gobierno, y en otras ocasiones los mismos privados de libertad comparten sus conocimientos que adquirieron antes de estar detenidos con otros privados.
Las piñatas elaboradas por estos privados de libertad son amigable con el medio ambiente, pues utilizan material reciclable, como cartón y páginas de revistas para ir dando forma al cuerpo de las piñatas y como pegamento utilizan harina mezclada con páginas hasta formar una pasta tipo pegamento.
Actividades formativas
El mecanismo de venta y compra que se utilizan es en la glorieta, al momento en que llegan los familiares de visitas o bien los familiares dejan el dinero en un tipo banco interno, y se le entrega una tarjeta de cuenta a cada privado y de ahí se le descalfa lo comprado, dinero que pasa a quienes elaboran los productos.
Pero lo económico no es todo, el espacio de recreación sana, el adquirir conocimientos y poder ponerlos en prácticas en un futuro como posible emprendimiento para sostén de las familias de estos privados es lo más importante para ellos y ellas.
