Las relaciones amorosas pueden ser maravillosas, pero también pueden esconder secretos que destruyen la confianza. La historia de una mujer, difundida en un video viral de TikTok, ilustra cómo una persona puede ser engañada durante años sin tener la más mínima sospecha.
Luci y su novio habían estado juntos durante ocho años, pero lo que parecía una relación estable terminó con una impactante y dolorosa revelación: su novio la confundió con la amante.
La historia comienza con un cambio de celular que, aparentemente, sería algo tan común como cualquier otro. Sin embargo, este cambio sería el inicio del fin para Luci. Como todo novio atento, él le pidió que le enviara su número de teléfono, pues había perdido todos sus contactos en su antiguo dispositivo. Sin sospechar nada, Luci le envió un mensaje corto: “Hey, lindo, ¿cómo estás?”
Tras el mensaje de Luci, su novio respondió de forma extraña: “No puedo hablar ahora, te llamo más tarde.” Aunque eso le pareció raro, Luci no le dio importancia. Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado cuando su novio se encerró en el baño, y un mensaje entró en su teléfono. “¿Qué haces? (…) Estoy re-caliente. ¿No quieres que nos veamos esta noche?”
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Mujer descubre la dolorosa verdad
Luci, creyendo que era una broma de su pareja, decidió seguir el juego y respondió, pensando que se trataba de una de las bromas habituales de su novio. Pero cuando él salió del baño, su actitud fue diferente. Intentó retirarse, mostrando incomodidad y una sensación de culpabilidad.
Al enviarle otro mensaje para confirmar lo sucedido, Luci se llevó la peor sorpresa de su vida. Su novio, confundido y sin saber cómo reaccionar, le confesó que pensaba que ella era la amante. La realidad era aún más dolorosa: él había estado saliendo con otra mujer durante los últimos dos años.
Lo que sucedió a continuación fue el final de una relación que parecía irrompible. Luci se quedó sin palabras, incapaz de comprender cómo su novio, con quien había compartido ocho años de su vida, podía estar viviendo una doble vida. Lo peor de todo fue que él no le discutió ni negó nada; simplemente asumió su culpa.
