La tormenta tropical «Sara», que afectó Honduras durante los últimos días, ha dejado una trágica víctima fatal y más de 71,000 personas afectadas en varias regiones del país. Según la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco); el impacto de la tormenta ha sido especialmente fuerte en los departamentos de Colón, Atlántida, Yoro, y Cortés, donde se han registrado inundaciones; deslizamientos de tierra y daños significativos en viviendas y cultivos. La tormenta causó la muerte de un ciudadano, cuya identidad aún no se ha revelado oficialmente, y constituye uno de los tristes resultados de esta catástrofe.
Las autoridades locales informan que más de 13,000 personas evacuaron y se encuentran en refugios temporales en Honduras, mientras que otros miles enfrentan daños materiales. Las lluvias intensas y los vientos han causado estragos en las infraestructuras de agua potable, electricidad y comunicaciones, lo que dificulta aún más los esfuerzos de rescate y asistencia.
Ante esta situación, las recomendaciones de las autoridades son claras: mantener la calma, seguir las instrucciones de las autoridades locales; y evacuar las zonas de alto riesgo. Además, se aconseja a la población evitar cruzar ríos, quebradas o caminos inundados, y asegurarse de que sus viviendas estén protegidas de los posibles deslizamientos.
El gobierno y diversas organizaciones humanitarias han activado planes de emergencia, distribuyendo alimentos, medicinas y ofreciendo refugio a las personas desplazadas. Se hace un llamado a la solidaridad, solicitando donaciones de productos básicos para las familias afectadas. A medida que los trabajos de recuperación comienzan, las autoridades reiteran la importancia de estar preparados para futuras emergencias; que pueden ser cada vez más frecuentes debido a los efectos del cambio climático.