Numerosos países repudian el bloqueo criminal de EE.UU. contra Cuba

Foto: El mundo exige el fin del bloqueo a Cuba /cortesía
Foto: El mundo exige el fin del bloqueo a Cuba /cortesía

La Asamblea General de la ONU inauguró este pasado martes su ciclo de debates sobre el impacto del embargo estadounidense a Cuba. Decenas de países repudian el bloqueo criminal y exigen su cese inmediato.

Esta sesión marca la trigésimo segunda vez en que el organismo evalúa la política de bloqueo, destacando su afectación económica, estimada en más de cinco mil millones de dólares solo en el último año.

Numerosos países han reafirmado su postura en rechazo a esta medida que, en palabras de varios líderes; afecta de forma continua a más del 80% de la población cubana.

Representantes de distintos países y organizaciones internacionales, entre ellas la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, la Organización de Cooperación Islámica (OCI); el Movimiento de Países No Aliniados (MNOAL), la Comunidad del Caribe (Caricom), entre otros, se manifestaron a favor de levantar el embargo.

Foto: El mundo exige el fin del bloqueo a Cuba /cortesía
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El mundo exige el fin del bloqueo a Cuba

La Comunidad del Caribe (CARICOM), representada por la delegación de Granada; reafirmó su firme apoyo a la resolución de la ONU que pide el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba.

En su intervención, se subrayó que “las medidas ilícitas aún carecen de justificación legítima” y que su imposición “socava los principios del multilateralismo” y “vulnera el derecho internacional”; reiterando la importancia de los principios de la soberanía y la no injerencia, fundamentales en la Carta de la ONU.

Granada también enfatizó que el bloqueo ha tenido “consecuencias debilitadoras” para el pueblo cubano; manifestando su preocupación por el impacto que estas restricciones han tenido en la vida cotidiana de los cubanos y mencionó el colapso del sistema eléctrico de la isla como una “muestra de las consecuencias persistentes del embargo”.

La declaración concluyó con un llamado a Estados Unidos a «escuchar los llamados de la comunidad internacional» y a restaurar relaciones amistosas con Cuba; promoviendo un entorno de paz en la región caribeña.

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