La industria del anime enfrenta problemas serios de explotación laboral y maltrato hacia los animadores. Aunque MAPPA ha sido uno de los estudios más criticados, no es el único afectado. Esta situación ha escalado de manera alarmante y requiere atención urgente.
Un informe de Nikkei Business Publication revela que la ONU, tras una visita a Japón el pasado verano, ha reconocido «problemas profundamente preocupantes» en la industria del entretenimiento, especialmente en los sectores de animación y idols.
El documento destaca salarios insuficientes, jornadas laborales excesivas y una grave escasez de mano de obra. Además, la falta de protección legal para aproximadamente el 30% de los trabajadores contratados es alarmante. La ONU califica la necesidad de mejorar estas condiciones como «imperiosa», advirtiendo que, si no se corrigen, podría haber repercusiones que van más allá de esta industria.
Según Netflix, muchos animadores trabajan entre 200 y 225 horas al mes, lo que se traduce en seis o siete horas diarias, incluso los fines de semana, sin el descanso adecuado. Este contexto ha llevado a un aumento en las discusiones sobre un posible boicot, con productoras estadounidenses exigiendo cambios significativos en la situación laboral.
Hacia un cambio en la industria del Anime
El futuro de la industria del anime podría estar en juego. A medida que la presión por condiciones laborales más justas aumenta, es probable que la industria enfrente transformaciones necesarias, no solo para mejorar la calidad de las producciones, sino también para garantizar un entorno laboral saludable y equitativo para los animadores.
El informe también menciona que la posibilidad de un boicot está aumentando, con muchas productoras estadounidenses presionando para que la situación cambie. Todo indica que la industria del anime podría enfrentar grandes transformaciones en los próximos años, no solo para mejorar la calidad de las producciones; sino también para garantizar mejores condiciones laborales para los animadores.