Geovanny Alexander Fonseca Mendieta fue condenado a prisión perpetua tras confesar el asesinato de su expareja, Erika Judith Martínez, de 34 años, en la capilla del Hospital Militar. La jueza Henriette Casco Batres dictó la sentencia ocho días después de que Fonseca se declarara culpable para evitar ir a juicio.
El homicidio tuvo lugar el 21 de agosto, cuando Fonseca esperó a Martínez a la salida de su trabajo en el Hospital Militar Escuela «Doctor Alejandro Dávila Bolaños». La obligó a entrar en la capilla y, al ser rechazado nuevamente, la atacó con 31 puñaladas.
Vigilantes y miembros del Ejército hallaron a Martínez gravemente herida, mientras Fonseca confesaba el crimen con una risa perturbadora.
La relación había terminado en febrero, luego de meses de control y maltrato por parte de Fonseca, quien no aceptó la ruptura y continuó acosándola; amenazándola de muerte si no volvía con él. Martínez, madre de dos hijos, perdió la vida a manos de un agresor que cumplió su amenaza de forma premeditada.
Fuente: La Primerísima
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