El arte de las placas conmemorativas de cara al 2 de noviembre

Foto: Placas conmemorativas en los cementerios de Nicaragua / TN8
Foto: Placas conmemorativas en los cementerios de Nicaragua / TN8

Las personas que se dedican a la elaboración de placas conmemorativas y a la limpieza de tumbas invitaron a las familias a que hagan sus encargos de cara al 2 de noviembre, fecha en que se honra a los fieles difuntos.

Doña Francisca Briceño mencionó que ella elabora placas que van desde los mil hasta los tres mil córdobas, y que para cualquier trabajo la pueden encontrar en las afueras del cementerio general en Managua.

Dio a conocer que lleva más de 40 años elaborando placas, aunque también construye cruces, jarrones para flores y ángeles para instalarlos en las bóvedas.

«Siempre la cruz que se instala va acompañada de su placa y sus dos jarrones para hacer el juego, y los vendemos a precios solidarios«; manifestó Doña Francisca Briceño.

Foto: Placas conmemorativas en los cementerios de Nicaragua / TN8
Foto: Placas conmemorativas en los cementerios de Nicaragua / TN8

Placas para honrar a los deudos este 2 de noviembre

Comentó que las placas, ya sean de mármol o de aluminio; se venden desde 1 mil córdobas, las más pequeñas hasta 3 mil córdobas las más grandes.

Siempre en el cementerio general, en la capital de Nicaragua, encontramos a don Emilio José Espinoza Navarrete; quien tiene 74 años de edad y aún se gana la vida prestando sus servicios de limpieza de tumbas.

Foto: Placas conmemorativas en los cementerios de Nicaragua / TN8
Foto: Placas conmemorativas en los cementerios de Nicaragua / TN8

«Yo vine aquí a los 10 años de edad, me trajo mi mamá, aquí la dejé a ella (enterrada) y yo me quedé prestando el servicio de limpiador de tumbas. De eso vivo»; destacó este capitalino.

En Nicaragua, es común que todos los 2 de noviembre miles de personas acudan a los diversos cementerios para depositar flores a sus deudos; mientras que otros buscan los servicios de embellecimiento de las criptas.

Las familias incluso contratan los servicios de cuidadores para que no se roben las flores y las placas; y para que no destruyan las tumbas.