El mundo de la música se encuentra de luto tras la trágica muerte de Liam Payne, exintegrante de One Direction, quien falleció el pasado miércoles a los 31 años.
Según la fiscalía argentina, el cantante podría haber estado «semiinconsciente o completamente inconsciente» en el momento de caer desde el balcón de su habitación de hotel. Las autoridades han confirmado que «todo indica» que estaba solo al momento de su fatal caída.
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Una investigación está en marcha para determinar las circunstancias que rodearon la tragedia, con un enfoque en la «posible implicación de terceros en los hechos previos«.
Sin embargo, un informe forense indica que las lesiones que sufrió Payne no sugieren la participación de terceras personas. La autopsia reveló que el joven artista sufrió 25 heridas, todas consistentes con una caída desde una gran altura.
El último suspiro de Liam Payne
La policía reportó que, en la habitación del cantante, se encontraron varias sustancias que indican un consumo reciente de alcohol y drogas.
La fiscalía detalló que en el registro del cuarto se hallaron «estupefacientes, alcohol, objetos y muebles destruidos«; lo que plantea preguntas sobre el estado de Payne antes de la caída.
El trágico suceso tuvo lugar en el tercer piso del hotel, donde su cuerpo fue encontrado en el patio interior alrededor de las 17:00 hora local.
Horas antes de su muerte, Liam había compartido en Snapchat sus planes para el día, expresando su entusiasmo por montar a caballo y jugar polo; actividad que había descrito como desafiante para su cuerpo.
La repentina partida de Liam Payne deja un vacío en el corazón de sus fans y en la industria musical, recordándonos lo frágil que puede ser la vida.
