El conductor de nombre Marcos Antonio Narváez Calderón, la vio fea la mañana de ahora en el municipio de Nandaime cuando este retornaba de una granja porcina ubicada en el sector de Los Molejones, cuatro esquinas, al pasar por el arroyo este se quedó embancado en la arena, pero no había mucha corriente.
Este salió de su vehículo y retornó a buscar ayuda al sexto, de donde fue a entregar la mercadería que había entregado; sin pensar que en el lapso de media hora este arroyo las fuertes corrientes iban a afectar al pequeño camión.
Fue ahí donde comenzó el calvario para este amigo que andaba buscando como ganarse el pan de cada día; este perdió todo lo que andaba dentro de la cabina, ya que las fuertes corrientes se llevaron todo a su paso.
La Policía Nacional hizo presencia en el lugar; así como pobladores vecinos del sector para tratar de ayudar o ver que se podía hacer mientras llegaba un vehículo pesado para tratar de remolcar al vehículo que se había quedado pegado.
Momentos de angustia en Nandaime
Al paso de una hora y media este fue extraído de las fuertes corrientes y llevado hacia la granja porcina donde había entregado el producto.
Este conductor es originario de Carazo y llegó a entregar productos sin pensar que le pasaría este percance que tendrá que hacer una nueva inversión en su vehículo.
Gracias a Dios no paso a más; gracias a la ayuda que recibió de parte de los comunitarios y los productores del sector que enviaron un tractor para sacarlo.
Hay que recordar que este arroyo es uno de los más fuertes en periodo de invierno en el municipio de Nandaime y este viene atravesando diferentes municipios desde Masatepe; El Rosario, La Paz de Carazo, Diriomo, Diría, Nandaime y finaliza su recorrido en el gran lago.
Este mismo hace más de un año arrastró un camión arenero que se había quedado atascado; y su conductor fue arrastrado por más de 17 kilómetros donde fue encontrado sin vida. Lo mejor es que los amigos conductores tengan la precaución, así como los peatones que circulan en la zona a no pasarse estas fuertes corrientes y no tener una desgracia más adelante.
