En Colombia un soldado murió y cinco resultaron heridos al caer en una zona sembrada con explosivos al norte de Santander, cerca de la frontera con Venezuela. Este incidente ocurrió en el contexto de enfrentamientos entre las fuerzas armadas y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El Ejército Nacional de Colombia emitió un comunicado en el que calificó el ataque como un “vil ataque terrorista”. La unidad militar estaba llevando a cabo una operación de estabilidad en la vereda Llana Baja, en Teorama, con el objetivo de proteger a la población y salvaguardar los activos estratégicos del Estado. También, el comunicado destaca la peligrosidad de las minas antipersonal; y su impacto devastador en las tropas y la población civil.
Por su parte, el Ministerio de Defensa condenó enérgicamente el ataque, subrayando que fue activada un área con artefactos explosivos que resultó en la muerte de un soldado y heridas a cinco más en Colombia. “Enviamos un mensaje de solidaridad y apoyo a las familias de los afectados”; afirmó el ministerio, reafirmando su compromiso con la seguridad y la estabilidad en la región.
Además, este suceso pone de manifiesto el riesgo constante que enfrentan las fuerzas armadas en zonas de conflicto en Colombia; donde los grupos armados ilegales utilizan tácticas cada vez más peligrosas.
Muerte de soldado en el norte de Santander, Colombia
Sin embargo, la situación en Norte de Santander ha sido tensa en los últimos meses, con un aumento de los enfrentamientos entre el ELN y las fuerzas del Estado. La comunidad internacional observa con preocupación la escalada de violencia en esta región; lo que resalta la necesidad urgente de un enfoque más efectivo para abordar los conflictos armados en Colombia.