Hace un año, los Yankees de Nueva York quedaron fuera de la contienda por los playoffs cuando restaba una semana de la temporada regular. Vieron cortada así una racha de seis apariciones consecutivas en la postemporada.
Al recordar aquella sensación, los Yankees encontraron incluso más dulce la clasificación asegurada el miércoles, otra vez a una semana de que concluya la campaña.
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“Muchas cosas se han combinado. Probablemente hemos tenido mejor salud en general”, dijo el manager Aaron Boone. “Definitivamente ha habido una mayor concentración de los chicos que venían de años duros. En términos simples, somos mejores. No éramos un gran equipo el año pasado, y en éste el equipo tiene la oportunidad de hacer algo especial”.
Luego de pasar el año pasado sentados en casa cuando llegó la postemporada, los Yankees obtuvieron su sitio esta vez, al superar el miércoles 2-1 a los Marineros de Seattle en 10 innings.
Anthony Rizzo conectó un doble que rompió el empate en la décima entrada y empujó las dos carreras de Nueva York.
Rizzo bateó un lineazo ante el primer lanzamiento del inning por parte del relevista Collin Snider (3-4), por la raya del jardín derecho, para empujar desde la intermedia al dominicano Jasson Domínguez, corredor automático.
El cubano Néstor Cortés, quien pintó de blanco a los Marineros durante seis episodios, dijo que estos Yankees han buscado aprovechar el dolor de la campaña pasada como motivación para triunfar en octubre.
“El año pasado nos quedamos fuera del playoff. Fue una sensación amarga”, dijo Cortés, mientras los Yankees se bañaban con cerveza y champaña, durante un jubiloso festejo en el clubhouse.