En Managua hay más de 200 parques, lugares que se han convertido en espacios de esparcimiento para muchas familias que buscan diversión, paz, tranquilidad y felicidad, sobre todo para los más pequeños.
«Cuando yo tenía 9 años, mi mamá me traía a este parque, y hoy tengo 58 años. Me acuerdo que había un cocodrilo, pero de madera, y mucha gente hacía fila para verlo», dijo doña Maritza Gadea, habitante de Managua.
Uno de esos parques es el de Las Piedrecitas, en la capital de Nicaragua, fundado en 1917 y reconstruido hace unos meses, lo que lo convierte en un sitio lleno de historia. Asimismo, las familias que visitan el lugar también tienen la oportunidad de tomarse fotografías con el lago Xolotlán y la laguna de Asososca de fondo.
En estas vacaciones de fiestas patrias, las familias acudieron en gran número a este lugar, donde no se cobra por la entrada, excepto por el parqueo de vehículos, si es que llevan transporte propio.
Espacios recreativos en el departamento de Managua
En el sitio se organizan festivales infantiles y está rodeado de mucha vegetación. Para ello, se sembraron más de 20,000 plantas ornamentales y se conservaron árboles centenarios. Además, el parque fue ampliado de tres a siete manzanas de tierra, cuenta con seis áreas de juegos, un gimnasio al aire libre y una cancha de voleibol con capacidad para unas 700 personas.
Las personas que pasean en el parque pueden acceder a agua potable y también contar con servicios sanitarios. Las familias que visitan el lugar también pueden llevar a sus niños al espacio del «Monumento Ronda de Niños», en honor a los pequeños que murieron en el terremoto de 1972.
Don Fredy Moreno, quien visitó el parque Las Piedrecitas con su familia, comentó que vive en el barrio Camilo Ortega y aprovechó para conocer más de este espacio recreativo. Además, las familias pueden apreciar el vagón de la primera locomotora que llegó al istmo centroamericano, precisamente en la tierra de lagos y volcanes.
Las autoridades municipales informaron que, en la primera etapa de remodelación, se invirtieron unos 102 millones de córdobas, y en la segunda etapa, unos 180 millones de córdobas.