Este domingo 10 de noviembre se consuma el Golpe de Estado en Bolivia, imponiendo la renuncia del Presidente Evo Morales y del Vicepresidente Álvaro García, tras varios días de vivir una oleada de violencia terrorista, perpetrada por grupos derechistas, fascistas y racistas.
"Decidí renunciar a mi cargo para que Carlos Mesa y Luis Camacho, dejen de maltratar y perjudicar a miles de hermanos (…) Tengo la obligación de buscar la paz y duele mucho que entre bolivianos nos enfrentemos, por esta razón envío mi carta de renuncia a la Asamblea Plurinacional de Bolivia", dijo en conferencia de prensa.
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“Estamos renunciando para que nuestros hermanos humildes dejen de ser pateados (…) familias pobres, humillados, no queremos que haya enfrentamientos. Hemos decidido renunciar a nuestro triunfo para que haya elecciones, todo por Bolivia, todo la Patria”.
Mientras que el exvicepresidente, Álvaro García dijo que la renuncia es para cesar la violencia y recordó la recuperación de la Soberanía Nacional y la dignificación de derechos.
Morales deja un país con altos índices de desarrollo humano, garantizando los derechos fundamentales de la población y con un crecimiento económico de 4,5 por ciento, según Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“La lucha sigue, somos pueblo. Hemos liberado Bolivia, estamos dejando una patria liberada, en desarrollo con generaciones que tienen mucho futuro", afirmó Evo.