Un equipo de investigadores liderado por la Universidad de Trento, ha revelado la existencia de un conducto subterráneo significativo bajo la superficie de la Luna; según un estudio publicado en Nature Astronomy.
El conducto, ubicado en el Mar de la Tranquilidad, fue identificado a través de datos de radar de la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA.
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El conducto, posiblemente un tubo de lava vacío, se extiende a unos 130 metros de profundidad y tiene aproximadamente 45 metros de ancho.
Asimismo este descubrimiento, confirma décadas de especulación científica sobre la existencia de estructuras subterráneas en la Luna; sugiriendo que los tubos de lava podrían ser comunes bajo las llanuras lunares.
Descubierto en la Luna
Además el equipo utilizó técnicas avanzadas de procesamiento de señales para reexaminar datos de 2010, revelando un aumento inusual en el brillo del radar en una fosa lunar profunda.
Este fenómeno sugiere la presencia de una cavidad o conducto que se extiende desde el fondo del pozo hacia el lado oeste.
La importancia de este descubrimiento radica en su potencial como refugio para futuras misiones tripuladas.
Mientras que la superficie lunar es extremadamente inhóspita, con temperaturas que oscilan entre los 127 grados Celsius en la cara iluminada y -173 grados en la sombra; estas cuevas podrían ofrecer condiciones más estables y protegidas.
El estudio plantea la posibilidad de que estos conductos no solo ofrezcan un entorno más templado, sino también protección contra la radiación cósmica y solar intensa; así como contra impactos de meteoritos.
Estas características son cruciales para el desarrollo de infraestructuras sostenibles que respalden la exploración lunar a largo plazo.
El descubrimiento del conducto subterráneo en la Luna, representa un avance significativo en nuestra comprensión de su geología; y ofrece nuevas oportunidades para la exploración humana en el espacio.
