Inglaterra se coló a su segunda final consecutiva de la Eurocopa el miércoles, al superar 2-1 a Holanda gracias a un tanto del sustituto Ollie Watkins en los descuentos.
Watkins, quien ingresó por el capitán Harry Kane en una decisión temeraria del entrenador Gareth Southgate, se dio la media vuelta y envió un cañonazo rasante pegado a un palo, en el primer minuto de reposición.
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Los ingleses se medirán con España el domingo en la final que se disputará en Berlín. Será el primer partido de Inglaterra por un título en suelo extranjero —ganó la final mundialista de 1966 y cayó ante Italia en el encuentro decisivo de la Euro de 2020, ambas veces en Wembley.
En un primer tiempo abierto, Harry Kane convirtió un penal de 18 minutos para igualar el marcador, abierto de forma brillante por Xavi Simons a los 7.
Watkins había aparecido sólo una vez anterior en la Euro de 2024, como suplente en el partido de la fase de grupos ante Dinamarca. Así, fue sorpresivo que Southgate le encomendara la responsabilidad de cerrar el encuentro más importante del equipo en lo que va del certamen.
La apuesta funcionó.
Los hinchas que pintaron de anaranjado la gigantesca Grada Sur del Westfalenstadion enmudecieron. Fue en esa zona donde se colocaron los más fervorosos seguidores de Holanda, quienes tomaron el centro de la ciudad antes de marchar por miles al estadio para el encuentro.