La producción petrolera venezolana vive una reactivación sin antecedentes a pesar de la política de sanciones. La acción permanente por el respeto a la soberanía de las naciones y las alianzas estratégicas a nivel global consolidan a Venezuela como un país clave en la estabilidad energética internacional.
El resurgimiento de Venezuela como uno de los principales productores de crudo a nivel global. Repone a uno de los actores claves de la articulación y cooperación energética en la estabilidad de los precios; en la previsibilidad de los cambios y la garantía de un proceso virtuoso en cuanto a la seguridad energética necesaria para el desarrollo global.
Con sus vastas reservas de más de 300 mil millones de barriles de petróleo, la nación bolivariana juega un papel significativo en la geopolítica energética global. Su ubicación estratégica en América del Sur y con sus puertos orientados a rutas comerciales de interés prioritario para naciones de occidente; dan al país una centralidad única en las dinámicas de mercado a nivel mundial.
Pese a las afectaciones y la merma de producción consecuencia de las sanciones; Venezuela nunca perdió su rol protagónico en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Venezuela avanza significativamente en el sector energético
Desde su fundación en 1960, Venezuela ha sido un pilar de la OPEP, influyendo decisivamente en las políticas que moldean el mercado petrolero internacional. Su liderazgo activo dentro de esa entidad ha facilitado la búsqueda de estabilidad y equilibrio en los precios del crudo, actuando muchas veces como mediador entre los intereses divergentes de los países miembros.
Consistentemente, Caracas ha defendido los intereses de los países en desarrollo y los productores de menor escala dentro de la OPEP; procurando mantener precios justos y sostenibles que beneficien a todos los actores del mercado energético global.
Según palabras del presidente Maduro, el mes de abril se firmaron 20 nuevos contratos de alianza estratégica con inversionistas internacionales, marcando un hito en la diversificación y expansión del sector petrolero y gasífero venezolano. Estas acciones reflejan una postura clara de independencia y apertura al mercado global; al tiempo que subrayan la determinación de Venezuela de no depender de licencias o intervenciones externas para desarrollar su potencial energético.