A más de dos meses de la muerte del cantante español Camilo Sesto, se siguen revelando detalles inéditos sobre la vida del famoso intérprete. Esta vez, se dio a conocer la relación que la voz de “Perdóname” tuvo con un desconocido hombre que fue muy cercano a él durante muchos años.
Y es que en el diario “La Razón”, la periodista Ángela Portero habló sobre Ángel Martín Fernández quien supuestamente fue “una de las personas en las que más confiaba Camilo Sesto”.
De acuerdo a esta información, fue Ángel Martín Fernández quien en su momento se encargó de llevar todas las pertenencias de Camilo Sesto hacia su residencia en La Chopera en 2013, tras sufrir el robo de su casa en Torrelodones.
La nota asegura que Ángel Martín Fernández reveló que tras esto “todas sus joyas, decenas de discos de oro y platino y maletines llenos de dólares de dos conciertos que dio Camilo en Latinoamérica están en La Chopera, una casa de la que sólo tiene las llaves Cristóbal (último mánager del cantante) … si no está todo lo que allí llevamos, Cristóbal va a tener que aclarar qué ha pasado porque es el único que tenía las llaves de la casa”.
Camilo Sesto: ¿Cómo llego Ángel a la vida del cantante?
Resulta que los abuelos de Ángel trabajan en la mansión de Torrelodones, ahí el pequeño ‘Angelito’ (como lo llamaba el cantante) conoció a Camilo Sesto. Eso ya hace más de 50 años.
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La nota de “La Razón” relata cómo los abuelos de Ángel Martín Fernández llegaron a trabajar con Camilo Sesto: “Una vez que triunfó y se construyó la casa de Torrelodones, Camilo contrató a los abuelos de Angelito como cocinera y jardinero, quienes se trasladaron a vivir a la enorme mansión del artista con sus dos nietos: Ángel y Pedro”.
Sin embargo, la relación cercana que Ángel Martín Fernández tuvo con Camilo Sesto se enfrió cuando apareció en la vida del cantante Cristóbal Hueto, último mánager del español, cuya influencia negativa no solo fue deslizada por el hijo del cantante, Camilo Blanes, sino también por el mismo ‘Angelito’.
Fernández comenta el aislamiento en que cayó Camilo Sesto en sus últimos años no fue del todo forzado, ya que en buena medida fue el deseo del cantante.
“Camilo estaba muy solo… una soledad en parte buscada y deseada, pero también impuesta por Cristóbal, su administrador, que era quien manejaba su vida”.
