Un sepulturero del cementerio Washington Memorial Park en la isla estadounidense de Long Island, estado de Nueva York, murió enterrado vivo en la tumba que estaba cavando, informa el diario Tampa Bay Times.
Un rescate sin éxito
El jueves de la semana pasada, Rodwin Allicock, de 42 años, estaba trabajando a 2 metros de profundidad cuando las paredes de la excavación se vinieron abajo. Sus compañeros de trabajo, socorristas de la Policía y bomberos intentaron sin éxito rescatarlo con vida.
Los miembros de los servicios de emergencia y el departamento de obras públicas del condado de Suffolk, así como los trabajadores de emergencia del Departamento de Bomberos de Middle Island, el Departamento de Bomberos de Hagerman, el Departamento de Bomberos de Selden y el Departamento de Bomberos de Setauket respondieron a la escena.
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Allicock fue declarado muerto en el lugar por un asistente médico de la Oficina del Centro Médico del Condado de Suffolk.
La Administración de Salud y Seguridad Ocupacional del Departamento de Trabajo ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del siniestro.
A raíz del trágico accidente, el colega de Allicock compartió un conmovedor homenaje en Facebook.
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"Duerme en paz Rodwin Allicock", escribió el compañero de trabajo. "¡Fuiste un gran compañero de trabajo y un gran chico!"
Según las redes sociales, Allicock acababa de celebrar su cumpleaños el mes pasado.
Fundada en 1971, OSHA es una agencia reguladora del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos. La organización inicialmente inspeccionó y examinó los lugares de trabajo. Ahora, la agencia trabaja para "garantizar condiciones de trabajo seguras y saludables para los hombres y mujeres que trabajan al establecer y hacer cumplir los estándares y al brindar capacitación, divulgación, educación y asistencia".