Un bebé de cinco semanas fue ingresado en un hospital de California, Estados Unidos debido 16 huesos del cuerpo con fracturas, incluyendo costillas, una rodilla, un codo y un dedo. Las autoridades del condado de Orange acusan a Mirian Jiménez-Olivera, de 34 años, de maltratar gravemente a su hijo, y enfrenta 11 cargos de abuso infantil.
El padre del menor, está acusado de complicidad por presuntamente encubrir el abuso, al mentir a la policía sobre las lesiones de su bebé.
La mamá del menor, la señora Jiménez-Olivera, presuntamente comenzó a agredir a su hijo desde que este tenía dos semanas de vida, según los fiscales; quienes aseguran que en múltiples ocasiones lo golpeó en las costillas, hombros y brazos, además de jalarle el pelo al cambiarlo. El 13 de mayo, el bebé recibió ingreso al Hospital Infantil del Condado de Orange, donde se descubrieron las graves lesiones.
Los padres del bebé se declaran inocentes, de la acusación en Estados Unidos
Jennifer Soares, defensora pública, representa a la madre, mientras que Kathleen Nordin defiende al padre; ambas han declinado hacer comentarios inmediatos sobre el caso. El fiscal agradeció a los trabajadores del hospital en Estados Unidos por su labor, señalando que «ningún niño debería ser sometido a un dolor inimaginable» y elogiando a quienes salvaron al bebé del «infierno en el que nació».
La audiencia previa al juicio de la pareja está programada para el jueves 23 de mayo a las 8:30 a.m. Jiménez-Olivera enfrenta hasta 42 años de prisión estatal si es declarada culpable, mientras que su esposo podría enfrentar hasta tres años.
Ambos están detenidos con una fianza de un millón de dólares cada uno. Los detalles del proceso judicial continúan desarrollándose, y se espera que nuevas evidencias y testimonios ayuden a esclarecer los hechos y a impartir justicia en este trágico caso.
Las declaraciones de Spitzer subrayan la gravedad del abuso infantil y la responsabilidad de los padres en la protección de sus hijos. “Los brazos de una madre deben proteger, no lastimar”; aseguró, luego de que la comunidad de California, Estados Unidos, pide justicia por el bebé.