Más de 2.400 manifestantes antisionistas, han sido arrestados en EE.UU. desde el inicio de las acampadas y protestas en varias universidades estadounidenses; a favor del derecho de Palestina a la paz, su soberanía y su autodeterminación; así como en contra del genocidio israelí en la Franja de Gaza.
Según un recuento publicado por medios y agencias de EE.UU., la lista de arrestados está compuesta también por “al menos 50 profesores universitarios”. Las muestras de apoyo -reprimidas por parte de las autoridades- ocurren en un contexto de movilizaciones de universitarios en varios lugares del mundo que han tomado como ejemplo la oleada de manifestaciones en territorio norteamericano.
Universidades de los estados de Massachusset, Nueva York, Oklahoma, California, Arizona y Texas, entre otras instituciones académicas, han sido foco de acciones represivas policiales en las cuales se ha hecho uso de la fuerza, llegando al extremo de utilizar armas de fuego y gases lacrimógenos para frenar las muestras de apoyo al pueblo gazatí. Siguiendo esta línea, policías ingresaron este sábado por segunda vez en la Universidad de Arizona y usaron balas de goma para reprimir las protestas.
Al igual que en campus universitarios del mundo donde se han realizado manifestaciones, las principales exigencias de los protestantes ha sido el cese al fuego en el territorio de la Franja de Gaza y la eliminación de inversiones o vínculos financieros “en empresas con intereses en Israel”.
Ola de arrestos en EE.UU.
Para obstaculizar las protestas, la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó un controversial proyecto de ley contra el antisemitismo, al que han denominado Ley de Conciencia sobre el Antisemitismo.
Este proyecto fue puesto a votación el pasado 3 de mayo. Recibió 320 votos a favor y 91 en contra. Quienes se acogieron a esta última opción, sostuvieron su voto en el argumento de que para ellos constituye “una violación a la libertad de expresión”.
El panorama de protestas propalestinas que se ha extendido hacia el mundo como un efecto de rebote ocurre a 218 días del inicio del asedio de las fuerzas de Israel en la Franja de Gaza y Cisjordania, que en ambos escenarios ha cobrado la vida de casi 35.500 personas, de ellas, la mayoría mujeres y niños.