El baloncesto llora la muerte de Dean Smith. Un entrenador que cambió el deporte de la canasta y por cuyas manos pasaron jugadores como Vince Carter , Mcaddo, Worthy o Rasheed Wallace, pero que pasará a la historia por ser el escultor que dio forma al mito de Michael Jordan.
La frialdad de los números, 879 victorias y dos títulos, nos hablan de Smith como uno de los entrenadores más exitosos de la NCAA. Pero la dimensión de este entrenador, que primero fue jugador, nacido en Kansas va mucho más allá.
Su sello ha quedado en cada equipo de North Carolina, donde impartió ‘lecciones’ durante 36 años, o en la selección estadounidense a la que hizo campeona olímpico en 1976 en Montreal y, por supuesto, en muchos de los jugadores que pasaron por sus manos y que luego triunfaron en la NBA.
AGENCIAS
