El futbolista del Barcelona, Lionel Messi, llegó al juzgado de Gavá entre muchos aplausos y algún grito aislado de «ladrón», para declarar como imputado por un supuesto fraude a Hacienda de cerca de 4 millones de euros.
A las puertas de los juzgados esperaban desde horas antes decenas de seguidores del futbolista, que le han aclamado con gritos de «eres el mejor del mundo» y «viva Messi», aunque también se ha oído algún grito de «ladrón» y «chorizo».
El ministerio fiscal le reclama 4.1 millones de euros por tres delitos fiscales de estos ejercicios, en los que presuntamente burló la tributación de los ingresos derivados de la cesión de los derechos de imagen del jugador a terceros.
Tras descubrirse el caso, el padre del futbolista asumió la culpa, junto a su ex socio Rodolfo Schinocco, y exculpó a su hijo del presunto fraude.
Además, Jorge Horacio Messi depositó el dinero reclamado en el juzgado, a pesar de lo cual no ha podido evitar la declaración ante el magistrado.