El piloto Jules Bianchi despertó de un coma inducido, respira por su cuenta y fue trasladado de un hospital en Japón a otro en Francia, como parte de su recuperación tras un grave accidente en una carrera de Fórmula Uno.
Bianchi, quien chocó en su bólido Marussia el mes pasado en el Gran Premio de Japón, sigue en condición crítica con graves heridas en la cabeza, dijeron sus padres el miércoles en un comunicado. El francés de 25 años perdió el control de su vehículo y se estrelló contra una grúa. «Después de un período difícil de cuidado neurológico intensivo, podemos anunciar que Jules dio un paso importante», señala el comunicado de Philippe y Christine
Bianchi. «Jules ya no está en el coma inducido en el que fue colocado poco después del accidente, aunque todavía está inconsciente. Respira sin ayuda y sus signos vitales son estables». Su cuidado estará a cargo de un grupo de tres personas en un centro de neurocirugía en Niza.
«Estamos agradecidos porque este próximo paso en el tratamiento de Jules se puede realizar cerca de casa, donde pueden estar rodeado y recibir el apoyo de su familia extendida y amigos», agregaron los padres. «Tenemos una enorme deuda de gratitud con el equipo médico (en Japón) por todo lo que hicieron por Jules, y también por nuestra familia, durante estos momentos tan difíciles para nosotros».
Bianchi, quien formó parte del programa de desarrollo de pilotos de Ferrari, era considerado como uno de los pilotos en ascenso en la F1. En el GP de Mónaco en mayo, consiguió el mejor resultado para Marussia con un noveno puesto.
El 5 de octubre, el vehículo de Bianchi se salió de la pista en medio de condiciones de lluvia, se deslizó y chocó con una grúa que recogía el bólido Sauber de Adrian Sutil, quien se había estrellado en el mismo lugar una vuelta antes.
NIZA, Francia (AP)