Cuando parecía que los enemigos Boca Juniors y River Plate terminaban el año en tregua, las hostilidades se reiniciarán el jueves con el choque de ida por las semifinales de la Copa Sudamericana.
Tras sus dos partidos anuales en torneos argentinos, con triunfo de River 2-1 como visitante y un posterior 1-1, un certamen internacional vuelve a reabrir la batalla con Boca en su estadio, La Bombonera. El desquite será una semana después en el Monumental.
Boca llega más entero al concentrar su energía sólo en la Sudamericana, mientras que River lucha en dos frentes, liderando el campeonato argentino con un punto de ventaja sobre un Racing Club al que visitará el domingo a tres fechas del final.
Todo indicaba que River sería campeón al galope, pero acusó un bajón físico y futbolístico en el que cosechó dos puntos de los últimos nueve puntos, por lo que también lo acechan Independiente y Lanús, con tres unidades menos.
«No hay más que decirle al hincha de River que se quede tranquilo porque los esfuerzos se van a hacer y van a estar reflejados en la cancha en todo lo que nos restan jugar», destacó el técnico de los Millonarios, Marcelo Gallardo. «Boca saldrá a hacerse fuerte en su casa. Por lo que vi, a Boca le resulta más cómodo cuando juega de contragolpe».
El «Muñeco» Gallardo tiene casi confirmado el equipo, al que regresarán tras dos fechas de ausencia el centrocampista uruguayo Carlos Sánchez y el goleador colombiano Teófilo Gutiérrez, convocados por sus selecciones para dos fechas FIFA. Al parecer, la duda del técnico será si apela en la mitad de la cancha al veterano Leonardo Ponzio o al juvenil Guido Rodríguez.
Su colega Rodolfo Arruabarrena también tendría una duda, que en la última práctica pudo haber quedado disipada: el atacante Juan Manuel Martínez le habría ganado la pulseada al volante chileno José Pedro Fuanzalida. La idea del Vasco Arruabarrena es que Martínez juegue como extremo derecho con la obligación de tapar las eventuales subidas del lateral Leonel Vangioni. El ataque lo completarían Andrés Chavez y Jonathan Calleri.
La antesala del clásico transcurre en calma y sin declaraciones altisonantes. Arruabarrena no habló, solicitó que ningún futbolista brindase notas individuales y nombró vocero del plantel al arquero y capitán Agustín Orión.
«Jugar en la Bombonera contra el clásico rival no tiene comparación, la gente lo siente de otra manera», destacó Orión, arquero suplente del equipo argentino subcampeón Mundial en Brasil, que también integró su compañero y centrocampista Fernando Gago.
El ganador de esta serie, cuyo primer choque será desde las 20.45 (2345 GMT), jugará la final con el que salga airoso de la otra semifinal que se iniciaba el miércoles entre Sao Paulo de Brasil y Atlético Nacional de Colombia.
AGENCIAS