Barcelona sacó el triunfo

El uruguayo Luis Suárez, con dos pases de gol, y el organizador Xavi Hernández, con su clarividencia en el mediocampo, salieron desde la banca y resolvieron un complicado partido para el Barcelona, que ganó el sábado 2-1 en Almería para poner fin a una racha de dos derrotas consecutivas en la liga española.

El equipo local se había puesto en ventaja con un gol de Thievy Bifouma a los 37 minutos y amenazaba con acentuar la crisis de resultados del Barsa, que reaccionó gracias al ingreso de las dos figuras y, con su octavo triunfo del torneo, alcanzó los 25 puntos por la undécima fecha y se colocó provisionalmente líder de la tabla de posiciones.

Suárez entró en el partido al inicio de la segunda parte junto al brasileño Neymar, pero sus dos asistencias, una al propio Neymar (73), la otra a Jordi Alba (82), no llegaron hasta que Xavi también se incorporó al juego en sustitución del lesionado Sergio Busquets a los 65 minutos.

La jornada sigue con la visitas del Elche al Getafe y el Rayo Vallecano al Real Madrid que, con 24 puntos, puede recuperar la cima de la clasificación.
A última hora se disputan los cotejos Málaga-Eibar y Celta de Vigo-Granada.

El vigente campeón Atlético de Madrid juega en cancha de la Real Sociedad el domingo, mismo día en que el tercer clasificado Valencia recibe al Athletic de Bilbao.

El Barsa no perdía tres partidos de liga consecutivos desde la temporada 2002-2003 y estuvo al borde del precipicio, en parte debido a su falta de continuidad en el juego y puntería. En especial en el caso del argentino Lionel Messi, quien hilvanó su tercera fecha liguera seguida sin marcar y continua a un gol de igualar el récord de máximo goleador histórico de la competición; marca propiedad de Telmo Zarra, del Athletic de Bilbao, con 251 dianas entre 1940 y 1955.

Desde el inicio, el equipo azulgrana evidenció no sentirse cómodo en Almería, aunque bien pudo avanzarse en un doble remate de Messi que tapó Rubén Martínez.
La presión de los atacantes rojiblancos trababa la salida de balón de los barcelonistas, que apenas movían la pelota en el mediocampo, desacertado Rafinha, desubicado Ivan Rakticic y retrasado Busquets.

El Almería fio su suerte a las jugadas a balón parado y el contragolpe, y la apuesta le resultó rentable. El primer aviso para el Barsa fue en un tiro libre lanzado por José García «Verza» que ni Fran Vélez ni Angel Trujillo acertaron a rematar; y luego Thievy se presentó con un recorte al argentino Javier Mascherano y disparo tibio a manos del chileno Claudio Bravo.

Alejado del área rival, Messi oficiaba de mariscal de campo más que de depredador del gol y, cuando se acercó a Martínez, lo hizo con el punto de mira desajustado: tras intervenir el arquero a cabezazo de Rakitic, el balón le cayó al rosarino con todo a favor pero su incisivo cabezazo, quizás con el récord goleador en mente, se estrelló en el travesaño.

El Almería salvó la estocada y embistió a su vez: Messi abusó de regates en el balcón del área y perdió el cuero, que fue a parar a pies de Fernando Soriano, el centrocampista mejor dotado para avistar la carrera de Thievy y medir el pase al espacio para que el congoleño ganara por piernas a Marc Bartra y Mascherano y batiera por bajo, ajustado al poste, a Bravo.

Era el tercer partido en que el chileno encajaba un gol tras arrancar el campeonato con invicto de ocho fechas, y Luis Enrique respondió al descanso dando entrada a Suárez y Neymar por Pedro Rodríguez y Munir El Haddadi.

Aunque el Barsa seguía sin carburar, el uruguayo pronto certificó su categoría con una volea al travesaño en tiro de esquina. Ingresó al fin Xavi por el cuadro azulgrana, que sobrevivió hasta entonces con Mascherano de apagafuegos y finalmente acorraló al equipo local a partir de la clarividencia de su organizador.

Visiblemente cansado, el Almería ya no ofrecía las mismas ayudas defensivas y permitió que Messi, Súarez y Neymar conectaran para el empate: el argentino se escapó en diagonal y encontró en el área al uruguayo, letal en el recorte y pase al corazón del área para el brasileño, quien sumó su décima diana del campeonato.

Envalentonado, Suárez cruzó en exceso su siguiente remate antes recibir nuevamente de espaldas y dejar la pelota para Messi, quien volvió a cabecear a la madera.

El ex del Liverpool se tornó martirio para la defensa del Almería y desequilibró también por fuera, donde recibió de Rakitic, levantó la cabeza y cruzó suave para la incorporación de Alba, puntual y balsámico rematador para el equipo de Luis Enrique, nuevo puntero virtual.

BARCELONA, España (AP)