Poco después de darse una ducha, dejando atrás una actuación para el olvido, LeBron James sonrió y soltó una carcajada mientras se vestía para abordar un vuelo hacia Chicago.
«Fue un solo partido», expresó.
James pasó la página de inmediato, pero Cleveland quizás necesite un poco más de tiempo.
Esta ciudad desesperada por un campeonato, que esperó durante meses para festejar el retorno de James luego de sus cuatro años en Miami con una fiesta por todo lo alto, quedó en estado de shock después que Cleveland perdió 95-90 ante los Knicks de Nueva York el jueves por la noche en su primer partido de la temporada de la NBA.
Tras un recibimiento de hijo pródigo, James no respondió en la cancha.
El alero falló 10 tiros, perdió ocho balones y lució lejos del nivel que exhibió al ganar en cuatro ocasiones el premio al Jugador Más Valioso, una estrella capaz de cargar a un equipo por sí solo.
Sólo un partido, aunque uno realmente malo.
«Qué bueno que ya terminó», señaló.
Después de una emotiva presentación, que incluyó el gesto de tirar talco al aire que popularizó en su primera etapa con los Cavs, James no hizo casi nada bien. Falló tiros solo, intentó disparos difíciles y cometió errores inusuales. Durante una posesión, pensó que Kyrie Irving iba en una dirección, pero el base iba en otra, y el pase de James terminó en las gradas.
«Algunos de mis errores fueron por descuido, y otros fueron por una cuestión de química», comentó James, quien anotó 17 puntos en 43 minutos. «Fueron errores en los pases, en los que esperaba que mis compañeros estuviesen en un sitio y no estaban allí. Esas cosas mejorarán».
Irving sumó 22 puntos. Kevin Love, el otro integrante del núcleo de Cleveland, agregó 19 puntos y 14 rebotes en su primer partido con los Cavs.
James descartó que haya intentado hacer demasiado para que su fiesta de bienvenida tuviese un broche de oro.
«No presioné la situación, en realidad no hice demasiado», afirmó.
Los Cavs saben que necesitarán tiempo para que sus nuevas piezas se acoplen, algo que James y el entrenador David Blatt, en su primer año con el equipo y en la NBA, ya habían advertido en la pretemporada.
CLEVELAND, OHIO, EE.UU. (AP)
