Colt McCoy guio a Washington en una serie que culminó con un gol de campo de 40 yardas por parte de Kai Forbath en la prórroga, y ni el regreso de Tony Romo al terreno pudo evitar que los Redskins superaran el lunes 20-17 a los Cowboys de Dallas.
En un encuentro que incluyó un susto mayúsculo por una aparente lesión de Romo, los Cowboys vieron cortada una racha de seis victorias consecutivas.
McCoy, ex astro de Texas, jugó en la casa de los Cowboys por vez primera desde su último partido colegial en el estado donde nació. Ciertamente lució con la tranquilidad de estar en casa, al liderar la ofensiva que desembocó en el gol de campo de los Redskins (3-5).
Los Cowboys (6-2) tuvieron una última oportunidad pero no consiguieron el primer down en una sola ocasión. El último pase de Romo, en cuarta oportunidad, fue desviado por Bashaud Breeland.
Romo se marchó a los vestuarios luego de que lo capturó Keenan Robinson en el tercer cuarto. El quarterback estelar de Dallas permaneció inmóvil varios minutos sobre el césped artificial, pero volvió para conducir la última ofensiva de los Cowboys en el tiempo regular.
El mariscal de 34 años, sometido en diciembre a una cirugía por una hernia en un disco intervertebral, se llevó una mano a la espalda después del golpe, y permaneció tendido boca arriba mientras los kinesiólogos acudían en su ayuda. Logró ponerse de pie y caminar hacia los camerinos.
Jason Garrett, el entrenador de los Cowboys, dijo que las radiografías descartaron una lesión grave. Indicó que Romo había sufrido una contusión en la espalda.
El año pasado, Romo soportó una lesión de espalda en un partido contra los Redskins. Encabezó una ofensiva que significó el triunfo y mantuvo vivas las esperanzas de los Cowboys, de avanzar a los playoffs.
Sin embargo, no pudo jugar el último partido de la campaña regular. Dallas cayó ante Filadelfia y se quedó fuera de la postemporada por cuarto año consecutivo.
Por lo pronto, parece que Romo está bien. Pero los Cowboys quedaron hechos un mar de dudas, tras caer como locales ante un equipo con foja perdedora.
ARLINGTON, Texas, EE.UU. (AP)