La noche del 24 de octubre de 2012 marcó el momento más glorioso de la carrera de Pablo Sandoval en Grandes Ligas, al despachar tres jonrones en el primer juego de la Serie Mundial.
Es posible que el tercera base venezolano de los Gigantes de Francisco nunca pueda repetir semejante gesta, pero no significa que haya perdido su magia en octubre.
Sandoval se presenta en su tercera Serie Mundial en cinco años y lo hace en medio de una racha de 23 juegos consecutivos de postemporada en los que logró embasarse, además de apoderarse del récord de la franquicia con una seguidilla de 14 partidos bateando de hit.
«Me siento normal y tranquilo, es que estoy acostumbrado a todo eso», dijo Sandoval al evocar el clásico de 2012. «Soy alguien explosivo, pero también hay situaciones en las que debes calmarte y saber cómo lidiar en las cosas, y en este momento he hecho un buen trabajo».
Cuando los Gigantes se coronaron campeones en 2010, Sandoval fue una pieza secundaria, un suplente. Pero en la siguiente oportunidad su protagonismo fue espectacular.
Su descarga de jonrones en el primer juego inspiró a los Gigantes a una barrida sobre los favoritos Tigres de Detroit y el venezolano acabó consagrándose como el Jugador Más Valioso del clásico.
«Kung Fu Panda» es el apodo que se ganó por su físico corpulento y risueña personalidad. Es uno de los jugadores más populares en San Francisco, el que mueve a que los fanáticos acudan al AT&T Park con máscaras de pandas.
«Es un orgullo venir de Venezuela para ser un ídolo en otro país y ser ícono de los Gigantes», afirmó.
Sus aportes este octubre no han pasado inadvertidos.
Luego que Jordan Zimmermann había sacado 26 outs, Sandoval bateó un doblete remolcador para empatar el segundo juego de la serie de primera ronda ante Washington. San Francisco acabó ganando ese juego en 18 innings.
En el quinto y decisivo juego de la serie de campeonato contra los Cardenales, saludó con un sencillo a Michael Wacha al abrir la baja del noveno. Travis Ishikawa vino a batear después con dos corredores en circulación y con un jonrón catapultó a los Gigantes a la Serie Mundial.
«Pablo se siente a gusto con esta clase de juegos, en los momentos de mayor presión», dijo el mánager Bruce Bochy.
Sandoval es un bateador ambidiestro que es más peligroso a la izquierda. Es un bateador que no estudia videos y que es agresivo, pero en ese turno ante Wacha no fue en busca de sacudir un jonrón para irse a casa. Quería incomodar a Wacha, quien llevaba un mes sin lanzar en un juego.
«Todos los años madura un poco y puede madurar más, crecer más», comentó el coach de bateo de los Gigantes Hensley Meulens. «Pablo es consciente de lo que ha hecho en su carrera».
Sandoval está a unos cuantos días de declararse agente libre por primera vez en su carrera.
Se conjetura que los Gigantes le harán la oferta por un año y 15,3 millones de dólares, pero se da por descontado que el venezolano de 28 años la descartará. Después de todo, es uno de los pocos bateadores de poder que estarán disponibles y no le deberían faltar equipos interesados en sus servicios. Y la referencia de sus aspiraciones es el contrato de cinco años y 90 millones que los Gigantes el dieron al jardinero Hunter Pence al término de la pasada temporada.
Meulens comentó que el tema de la agencia libre cuando las partes no pudieron pactar un nuevo contrato incidió en el flojo inicio de temporada de Sandoval, en el que no logró elevar su promedio por encima de .200 hasta mediados de mayo. Acabó la campaña bateando para .279, con 16 jonrones y 73 remolcadas.
«Le pesaba y fue algo que le distrajo al inicio de la temporada», contó Meulens. «Bochy y yo tuvimos que hablar con él para levantarle el ánimo. Se olvidó del contrato y salió al terreno de juego para jugar como Pablo Sandoval sabe jugar, batear como Pablo Sandoval sabe batear».
Sandoval insiste que este no es el momento para hablar de contratos, sino de los últimos juegos que le quedan al año, juegos en los que se considera un privilegiado por participar nuevamente. Sabe que leyendas como Barry Bonds nunca pudieron ganar el campeonato o que Rod Carew y Ken Griffey Jr. ni siquiera pudieron alcanzar la instancia.
«Hace dos años fue una revancha. En esta estoy disfrutando más. Me da mucha satisfacción que en cinco años he estado en tres Series Mundiales. Es un placer», afirmó.
KANSAS CITY, Missouri, EE.UU. (AP)