Los Gigantes se colaron apenas a la postemporada por una puerta entreabierta. Pero demostraron que es imposible desdeñarlos en octubre, sobre todo en un año par.
Joe Panik anotó la carrera de la ventaja en la séptima entrada, gracias a un lanzamiento descontrolado de Aaron Barrett con las bases llenas, y San Francisco venció el martes 3-2 a los Nacionales de Washington, para volver a la Serie de Campeonato.
Los Gigantes llegaron a los playoffs con el boleto de comodín y ganaron el cuarto juego de la serie de división contra el mejor equipo de la Liga Nacional.
«Ha sido un logro increíble», dijo Hunter Pence, quien aportó una estupenda atrapada en el jardín derecho. «No cambiaría esto por nada en el mundo».
San Francisco anotó sus carreras en formas insospechadas, con un boleto cuando la casa estaba repleta, con un rodado de out y gracias al wild pitch de Barrett.
El dominicano Santiago Casilla permitió que se embasara la potencial carrera del empate en la novena entrada, al expedir un pasaporte a Bryce Harper con dos outs. Luego, retiró al venezolano Wilson Ramos mediante una roleta que puso fin al encuentro.
Los compañeros de Casilla se arremolinaron en torno suyo para celebrar, mientras la pirotecnia estallaba encima de la pizarra electrónica ubicada detrás del jardín central.
San Francisco viaja ahora a San Luis, para disputar el sábado el primer encuentro de la Serie de Campeonato de la Nacional. Será una revancha del duelo registrado en 2012, en estas mismas instancias, cuando los Gigantes remontaron una desventaja de 3-1 y vencieron a los Cardenales, antes de conquistar su segundo título de la Serie Mundial en tres años.
Sí, San Francisco se coronó en 2010 y 2012. ¿Por qué no puede lograrlo en 2014?
Harper sumergió la pelota en la Bahía McCovey, al conectar un jonrón que significó el empate para los Nacionales en el séptimo episodio, pero la campaña de Washington terminó con su tercera derrota por diferencia de una carrera, en una serie que incluyó el maratón sabatino de 18 entradas, cuando San Francisco ganó el segundo encuentro.
Los Nacionales jamás pudieron encontrar poder con el madero. Su bateo fue precisamente la cualidad que les permitió conquistar el banderín de la División Este del Viejo Circuito y ostentar la mejor foja en la Nacional, con 96-66.
«Es amargo y todo eso. Pero estoy muy orgulloso de todos ellos», dijo el manager Matt Williams, en su primer año al frente de los Nacionales.
Después de que su lanzamiento errático rompió el empate 2-2, Barrett se dispuso a darle el boleto intencional al venezolano Pablo Sandoval. Pero uno de sus pitcheos se fue por encima de la cabeza de Ramos, quien reaccionó rápido para recuperar la pelota cerca del backstop. Ramos lanzó para Barrett, quien hizo la asistencia en el plato y retiró a Buster Posey durante el intento por robarse el home.
Esa decisión fue ratificada tras revisar la repetición, un procedimiento que demoró casi dos minutos y que privó a San Francisco de una carrera que le habría dado más tranquilidad.
De cualquier forma, los Gigantes consiguieron el triunfo, en una noche en que «Kung Fu» Panda Sandoval vio cortada una racha de 14 juegos seguidos de postemporada bateando de hit.
Por los Nacionales, los venezolanos Ramos de 4-1, Asdrúbal Cabrera de 3-0.
Por los Gigantes, los venezolanos Gregor Blanco de 4-1 con una impulsada, Pablo Sandoval de 3-0. El dominicano Juan Pérez de 3-0 con una anotada.
SAN FRANCISCO (AP)