El exfutbolista brasileño Joao Rodrigo Silva Santos fue decapitado y su cabeza fue dejada dentro de una mochila en la puerta de su vivienda en Rio de Janeiro.
La mochila fue encontrada por la esposa del exfutolista, una agente policial que integra las unidades responsables de garantizar la seguridad en las favelas de esta ciudad brasileña de las que las autoridades han expulsado a bandas de narcotraficantes.
El exfutbolista, que se dedicaba a la administración de una tienda de productos naturales de su propiedad, fue secuestrado poco después de la medianoche del lunes por dos hombres que se movilizan en un automóvil, en el que le obligaron a entrar, según testigos.
Fuentes oficiales dijeron que el asesinato tiene indicios de haber sido una ejecución planeada con algún motivo ya que la cabeza apareció sin ojos ni lengua.